Denunciar relato
La cortina tamizaba hilos de luz polvorienta. Había pasado media tarde en la sala, encendiendo un cigarrillo con la colilla del anterior.
Oí el chirrido de las bisagras al abrirse la puerta.
—Hola Mariana —murmuré, volviéndome hacia ella.
¿Sospecharía de mis amores con Paulina?
Cruzó la habitación y me besó en la boca.
Eso me distrajo. No advertí el relámpago del cuchillo.
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