EL "DINOSAURIO" QUIERE UNA NOVIA 2

 -Pero bueno. ¿Con cuántas mujeres has salido tú? - le preguntó Miguel a su compañero, ya que le chocaba haber topado con un sujeto tan ingnorante como aquel en el aspecto mundano.

- Bueno. Yo he salido durante un tiempo con un grupo excursionista en el que me dediqué a practicar la espeleología, y allí conocí a varias chicas muy sanas, muy simpáticas, pero no intimé con ninguna de ellas. Y cuando yo tenía necesidad de sexo, pues ¿qué iba a hacer? me iba con una profesional, como mi padre hacía cuando era soltero, y así me apañaba. ¿Qué te crees tú?

-  Ya veo.. O sea, que tú has vivido en una burbuja anticuada durante todos estos años.Pues entérate, que ahora las cosas han cambiado mucho - le respondió Miguel que no salía de su asombro.

- Ya lo sé, ya lo sé. Ahora todo el mundo hace lo que le da la gana ¿verdad? Se vive en un libertinaje irresponsable. ¿Y te parece bonito? ¡Nooo! Yo daría cualquier cosa por encontrar a una mujer tan buena persona, tan sabia como mi mamá.

Miguel no daba crédito a lo que estaba oyendo.

- Chaval, tienes un problema que tienes que solucionar y rápido.

Pablo se asustó.

- ¿Qué quieres decir? - inquirió él poniéndose en guardia.

- Que tienes un complejo de Edipo.

¿Y éso qué es?

- Es un problema psicologico descubiero por un psicoanalista suizo llamado Sigmund Freud, que viene de una tragedia griega, en la que un hijo tras muchas vicisitudes que ahora no vienen al caso, se acuesta con su madre...

- ¡Ahi va...! ¡Que pervertido! - exclamó Pablo.

- Sí ...De ahí se desprende que haya tipos como tú que idolatran al modelo de su madre, pero  cuando éstos se casan con otra mujer, comparan a su pareja con la madre, y claro, siempre sale ganando esta última, por lo que el matrimonio se va a la mierda. Porque hay que considerar que cada cual tiene su modo de ser de acuerdo con las necesidades actuales; y en último término las comparaciones siempre son odiosas. ¿Me explico?

- Sí, sí... Pero como te decía antes, ahora hay libertad, y mira, cada uno es como es - se obcecó absurdamente Pablo, que no estaba dispuesto a salir del magnitismo materno.

- ¡Pero chico, reacciona ya! - estalló nervioso Miguel-. ¿No ves que vas en camino del fracaso? Seguro que tu mamá cocina de maravilla, pero si te casas con una mujer actual, con lo cara que está la vida se hará necesario que trabajéis los dos. Entonces tú tendrás que aydarla en las tareas del  hogar. Puede que tengas que cocinar.

- ¡Huy que complicado! Yo no sé cocinar.

- Pues debes de aprender. Imagínate que tu esposa se pone enferma. ¿Qué vas a hacer tú? ¿Le vas a exigir que te haga el almuerzo? Se puede tener la libertad de ser cómo quieras, pero no un inepto. Hay que saber estar a la altura de las circunstancias ¿no te parece? Esto también lo quieren las mujeres.

- ¿Y tú qué? Mucho dar consejos, pero ¿estás casado? - quiso saber Pablo.

- Divorciado y casado por segunda vez; y con dos hijjos pequeños que viven con mi primera mujer;  yo los voy a ver cada quince días. También hay que estar preparado para esto. En cambiar de vida cuando se presenta la ocasión, porque ya nada es tan estático, tan tradicional como antes. Es duro pero así es - le confesó Miguel a su interlocutor. 

Ambos bebieron del contenido de su vaso, y posteriormente Miguel le dijo al antiguo "dinosaurio": 

- Pero tú nunca podrás alcanzar a una mujer tan espectacular como Olga. Este tipo de mujeres quieren a un tipo más competitivo que tú; a una especie de james Bond y tú no lo eres. Tú eres un hombre sencillo, con gustos sencillos y amante de la Naturaleza que practica la espeleología; una actividad que las mujeres pijas como Olga nunca la compartiran contgo. La ciudad es muy grande y hay muchas sensibilidades, que no todas coinciden. Así que olvídate de Olga, porque yo estoy convencido que si formaréis una pareja acabaríais muy mal. A ti te conviene una chica que esté en tu misma onda y que esté dispuesta a casarse. Aunque tu especie esté en extinción. ja, ja... - rió.

Miguel no se equivocaba cuando la querida mamá de Pablo falleció, él volvió a frecuentar el grupo excursionista, y allí conoció a una joven llamada Montse que laboraba de operaria en una fábrica de conservas, la cual era la antitesis de Olga; pero Pablo se sintió muy cómodo, muy a gusto en su compañía, por lo que no tardaron en comprometerse y formar una familia.

Entonces Pablo comprendió que aquel confidente llamado Miguel tenía razón. Dentro de los alibajos de la vida, lo mejor era ser fiel consigo mismo. 

                                                                     FRANCESC MIRALLES