Como el barco, que la fuerza del viento empuja hacia delante
Rindo en esta vida, espoleado, provocado y vacilante.
De los días que puedo contar con los dedos de una mano
Intento no desfallecer, rencoroso, violento y malhumorado.
Pero llegaste tú, como sorpresivo día de regalos, de forma inesperada
Arreglando lo insalvable, perspicaz, alegre y ensimismada
Salvadora de almas, que no encuentran hueco en la última chalupa arribada
Desinteresadamente vivaz, persistente, reconfortable e involucrada.
Y ahora ambos disfrutamos del insistente empuje del viento, ajetreados
No teniendo dedos para contar, los tantos días de felicidad encontrados
Disfrutando de lo insalvable, perspicaces, alegres y ensimismados
Desinteresadamente vivaces, persistentes, reconfortables e involucrados.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales