EL RECONOCIMIENTO : ACEPTACIÓN (2-3)
EL RECONOCIMIENTO: ACEPTACION
(2-3)
Jesús se dedicaba día y noche, aparte de su trabajo a tener a Jeremías cubierto de todo lo necesario. Nunca dejaba de tenerlo desatendido, de todas las necesidades básicas, como comida, su ropa lista, sobre todo su uniforme de trabajo. Pues siempre utilizaba traje.
A veces regresaba Jeremías del trabajo, irritado, cansado y muy preocupado. En una ocasión vio como estaba, una noche dando vueltas, sin poder dormí. Jesús se levanto, preparándole una tila, para que se relajara, pudiendo dormí un poco.
Era un sábado de octubre. Llevaban en Mallorca ya seis meses, cuando Jeremías recibió una llamada del cuartel, donde estaba destinado, su padre. Quién llamo fue su padrino, que a la vez era coronel del cuartel de Cervantes. En ese preciso momento, no se encontraba en casa, cogiendo el teléfono Jesús. Al escuchar al coronel, se puso nervioso, pues aunque sabia quien era, le trasmitía mucho respeto. Siempre lo había visto en el cuartel de pasada y la verdad, es que siempre, evitaba tener contacto con él.
--- ¡Hola! Soy el padrino de Jeremías ¿está en casa?
--- ¡Hola! Yo soy Jesús, el compañero de piso. No, no está ¿desea que le dé un recado?
--- Si por favor. Que me llame urgentemente. Es importante, por favor no se olvide.
—Tranquilo enseguida le paso el recado.
--- Adiós. Gracias.
Jesús ni espero ver a Jeremías a que llegara. Lo llamo al trabajo, pasándole el recado. Jeremías llamo a su padrino. La noticia recibida fue paralizadora, lo dejo sin habrá. Viendo que no contestaba, su padrino empezó a llamarlo;
--- Jeremías, Jeremías ¿contesta, estás ahí?
--- Dime como ha ocurrido.
--- Jeremías, tus padres fueron a coger el coche. Tu madre se subió y espero a tu padre, que este dándose cuenta de que se había dejado la cartera arriba, en su casa. Se bajo y a unos metros del, estallo. Estando tu madre dentro y tu padre como a un metro y medio. Tu madre murió en el acto. Tu padre a perdido las piernas a la altura de las rodillas. Al quedarse las piernas destrozadas, se las han tenido que amputar. Una, unos centímetros más arriba que la otra.
--- Voy a sacar un billete, mañana estaré ahí. Y Jeremías colgó.
Se dirigió a su superior, le conto todo, pidió unos días para ir, traerse a su padre y enterrar a su madre.
A llegar a su casa, se lo conto a Jesús. Este le falto poco para llamar al hospital y pedir unos días para estar acompañando a Jeremías , ayudándolo en lo que necesitara en ese momento.
Durante el viaje Jeremías andaba con la mirada perdida. Jesús no sabía qué hacer para ayudarlo. Tan solo, le cogió la mano sin que nadie se diera cuenta en el avión. Jeremías lo miro y Jesús le dijo;
--- No quieras pasar solo el dolor, déjame ser tu apoyo, déjame consolarte y estar a tu lado.
Jeremías lo miro, y le dio las gracias. Hicieron todo el vuelo cogidos de la mano. Sabiendo que los dos eran uno. Notando Jeremías en ese momento la sinceridad de Jesús. Agradeciéndole su presencia en esos momentos tan duros para él.
En ese momento el capitán del avión dice que iban a aterrizar en Grana. Jeremías puso la otra mano encima de las dos y le hizo una mueca con la cabeza. Jesús lo miro y también movió la cabeza como entendiendo lo que Jeremías le acababa de decir. Aterrizo el avión. Se pusieron de pie y bajaron a tierra.
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