Inteligencia Artificial

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Hoy me cambie de trabajo. Para mí era más cómodo irme a comer a casa del abuelo y así evitar trasladarme tanto, cuando iba en camino le hablé al abuelo al teléfono convencional, para recordarle que iba a ir a comer a su casa y que me abriera la puerta, ya saben, tiene algo de problema de sordera. 
En la casa del abuelo siempre hay comida para más personas, porque al ser una familia tan grande la nuestra, no faltan los gorrones, servidor de usted , para hacerle la visita y de paso quedarse a comer o a cenar. ¡Él siempre está contento y preparado para recibir a la gente que le vaya a visitar, pero te condiciona que debes hablarle en voz alta para que te oiga bien, nunca debes hablar entre dientes porque te detiene la conversación con un ¡no te oigo nada! 
En la silla de un lado de donde él se sienta siempre está el periódico del día, en papel como antaño, pareciera que es el único que lo sigue comprando en forma impresa, le gusta leer el periódico diariamente para tener temas para platicar con sus invitados que caen por allí.
Al llegar a la casa de abuelo y tocar, fuerte para ser oído, me abrió él con una sonrisa y un abrazo apretado, para demostrarme su cariño y me encaminó hacia la cocina con su brazo en mis hombros, y como sabía que iba con hambre, nos fuimos directo al refrigerador, de donde sacó dos guisos con muy buena cara y una sopa de arroz en un traste grande, me dijo sírvete y caliéntalo en el micro. Todo se veía muy rico, me dio un plato redondo y seleccione lo que quería y la cantidad que deseaba para comer. Él, para que yo no comiera solo, lavo un mango y lo empezó a cortar en forma paralela al hueso para facilitar su comer y no mancharse.
Total empezamos a platicar como siempre, una plática muy amena sin tapujos, me pregunto qué estaba haciendo ahora y le comenté que tenía en un nuevo trabajo, era una empresa trasnacional en donde pulimos y abrillantamos piezas de la industria automotriz, para las armadoras de automóviles que hay en la región las utilicen, le aclaré que era un trabajo muy pesado porque estamos con el sistema “justo a tiempo”, tenemos que hacer las tareas en un tiempo determinado, nos tienen de pie todo el turno y además tenemos que hacer mucha fuerza para presionar las piezas contra los tornos y así poder sacarles brillo más rápido, le precisé que usábamos lentes y todos los implementos de seguridad, que no tenemos peligro alguno. 
Él me preguntó si había vacantes porque en el periódico varias veces mencionan que había escasez de mano de obra, que las fabricas están batallando para conseguir gente calificada. Le contesté que sí, que efectivamente es lo que está pasando, es lo peor, pero hay que aguantar porque están prometiendo buenas utilidades y prestaciones adicionales por hacer este trabajo duro.
Los 2 comíamos y platicábamos, lo quise sorprender platicándole que hay una novedad en cuestión de computación que se llama: inteligencia artificial, él dejó de comer un poco y me pregunto¿cómo es eso? Le dije que la inteligencia artificial es un programa que usas en el mismo internet, que le puedes preguntar sobre cualquier tema y te contesta con un texto muy bien explicado sobre el tema, Aaaaahhhh, contestaba y abría mucho los ojos con mis afirmaciones,  luego para sorprenderlo más, le dije que la inteligencia artificial podía hacer pinturas y poesías para dedicárselas a las novias… el abuelo soltó una carcajada y luego me dijo separándose un poco de la mesa, tu generación está muy loca o como dicen en mi rancho está muy mensa, sin ofenderte, es que cuando yo era joven tratábamos de automatizar los trabajos fuertes como el tuyo evitar el mucho desgaste físico, porque debes estar frente a un torno todo el turno, ese era nuestro objetivo,  ¿para qué? para después nosotros ponernos a estudiar cualquier tema, hacer pinturas o poemas a las novias. Ustedes están al revés de cómo deben de ser las cosas, no se quien este detrás de todo esto de la inteligencia artificial pero sus recursos y sus esfuerzos deberían de estar orientados en automatizar tantos trabajos de mucho esfuerzo y riesgo físico, no hacer poemas o pinturas, pero bueno, se me hace una tontería gigante.
Me puso a pensar el abuelo con el comentario que me hizo no respondí más nada y en la primera oportunidad, se lo platicaré a mis compañeros de trabajo, para ver cuál era su punto de vista sobre el comentario del abuelo, que a mí, me había movido el tapete, bien dicen, los viejos son los sabios de la tribu, lo malo es que la tribu rara vez acude a preguntarles algo.


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