EL HIJO DEL DIABLO (1-5 Final )
El HIJO DEL DIABLO
(1-5 Final)
Los niños tenían 10 y 12 años, cada vez se acercaban mas a Maximus, hasta llegar el día de cuando se levantaban de dormí, lo primero que hacían era irse a la habitación de Maximus, darle los buenos días y tumbarse con él, cada uno a un lado de la cama.
Iris era una mujer, con un gran corazón. Todo lo contrario de Maximus, ella no podía ver a un ser vivo sufrir. A los pagaros le cantaba, a las plantas le hablaba. A los animales los cuidaba y si veía una persona enferma intentaba curarlo.
Maximus, la observaba. Nunca había visto a alguien con ese carisma. Tenía una forma de vivir un poco peculiar. Iris tenía la certeza de que sus acciones era una forma de acumular, riqueza donde de alguna manera,serián devueltas a su persona.
Veía que desprendía una paz interior. Empezó a fijarse en su forma de vivir desinteresadamente. Notaba, que todo aquel que la necesitaba, hay estaba ella. A veces miraba por la ventana de su habitación, viendo como venían los vecinos o incluso los animales mal heridos a su puerta como pidiendo ayuda.
Poco a poco Maximus empezó a sentir por esas personas un cariño especial. Empezó a verlos como parte de él. Que hacía mucho tiempo no miraba a ningún ser vivo de esa manera. Otro día entro un pájaro por su ventana, parándose en la cabecera de su cama, lo miro, empezando a cantarle una melodía, donde su corazón dio un vuelco al escucharlo, donde era un sonido muy placentero para su adentros, dándole paz.
Poco a poco Máximo empezó a ser otra persona muy diferente. Su cara se sentía relajada. Sus ojos brillaba, su cuerpo empezó a coger vitalidad, pero diferente a lo acostumbrado. Empezó a desear plantar cosas para que crecieran. Empezó a disfrutar de los niños y por primera vez y con su cojera, jugo a l futbol.
Un día como cualquier otro, se fue a dormí, no despertando mas. Se vio fuera de su cuerpo muy oscuro, pero sintiendo dentro de su ser, como esa familia lloraba su perdida y incluso ese pajarito le cantaba una melodía, muriendo de pena por su partida.
De pronto dos caminos se abrieron a su paso. Uno era tenebroso, oscuro, pero muy familiar. El otro era luminoso y con seres como la familia que dejaba atrás. De pronto vio al pajarito que se postro en su hombro, decidió seguir caminando junto a su amigo el ruiseñor hacia la luz. Conforme iba andado como que se iba despojando de una niebla que le envolvía todo su ser, hasta ir poniéndose blanca. El pajarillo lo miro, Maximus le sonrió y juntos desaparecieron en la luz.
El Diablo vio a la humanidad, como una gran amenaza, donde juro vengarse por apartar a su primogénito de su lado. Nunca más padre e hijo se volvieron a ver. Maximus, por primera vez, fue feliz, estando muerto. Por primera vez sintió el Amor desinteresado de un humano, viendo lo hermosa y valiosa que es la vida.
FIN
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