EL VERDADERO GÉNESIS 3

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La vida de la pareja en aquel rincón del mundo no podía ser más ociosa. Se solazaban comiendo y bebiendo cuánto les apetecía sin preocuparse por nada; o se bañaban en las cristalinas aguas de un lago que había allí. De vez en cuando Eva regañaba a su pareja por cualquier nimiedad para burlar inconscientemente la rutina que les embargaba, pero la sangre nunca llegaba al río. Mientras tanto Adán empezó a engordar y a apoltronarse cada vez más. Algunas veces iba a una cueva en la que se dedicaba a hacer pinturas rupestres plasmando a los animales salvajes tamizadas con símbolos mágicos con el fin de pedir al dios-padre que le conservara su placentera existencia. ¿Para qué se iba él a molestar en cuidar la finca rural si la Nauraleza se encargaba de alimentar al ser humano?

Sin embargo quien sí estaba preocupada por la suerte de Eva era la sacerdotisa Inshart porque pensaba que su pupila se había enterrado en vida en aquel terreno con el gandúl Adán. Así que un día la sacerdotisa Inshart se disfrazó de serpiente - que es el símbolo de la Ciencia-, se deslizó haca el JARDIN DEL EDÉN y se coló por una ventana abierta en la casa de Adán y Eva en dirección a la cocina donde estaba la joven pelando unas papas.

Eva tuvo un susto tremendo porque sentía aversión a los reptiles.

-¡ Aaaahhh...! - gritó la chica con la piel de gallina.

- ¡Silencio, niña mía que soy la sacerdotisa! - la tranquiizó la mujer-. Te vengo a sugerir que no hagáis caso de la 

ridícula prohibición de vuestro amo de comer los frutos de EL ÁRBOL DEL BIEN Y DEL MAL

- Pero esto no puede ser. Si desobedecemos las órdenes del jefe, todo se volverá contra nosotros. ¿Es que quieres que nos eche a la calle? - replicó Eva que en realidad era una fémina muy conservadora y muy práctica.

- No seas tonta. Si coméis de este árbol se abrirán vuestros ojos y podréis ver las cosas con más claridad; podréis distinguir el blanco del negro. Es decir, matizar. Y asimismo seréis tan sabios como los dioses. Al mismo tiempo se os abrirá un amplio margen de posibildades, ya que esta es la verdadera esencia del ser humano. En cambio, si no despegáis el culo de aquí nunca sabréis lo que podéis dar de sí. Y te digo esto porque la vida es una aventura cambiante, una escuela en la que nunca se acaba de aprender. Y es a ti a quien toca espabilar al dormilón de tu marido, porque como te dije en su día somos las mujeres quenes influimos en las decisiones de los hombres.

Eva pensó que la "serpiente" Inshart tenía razón. Si lo miraba con objetividad aunque a la pareja no le faltaba de nada aquella aburrida vida que llevaban era un verdadero asco que iba en contra de su ímpetu natural.

Así que Eva en compañia de la sacerdotisa fue hasta el dichoso árbol ; tomó una de sus manzanas y la mordisqueó un poco, cuando en aquel instante la sorprendió su compañero Adán.

-¡¿Pero qué haces insensata?! ¡¿Es que te has vuelto loca?! - le gritó él alarmado.

-¡Anda, calla y come tú también! No me dejes sola con esto.

-- ¡No quiero! ¡Cuando se entere Iván de lo que has hecho ya verás la que te cae!

- ¡He dicho que comas tú también, hombre! - le exigió Eva autoritaria-. ¿Es que acaso no tienes iniciativa? ¡Vaya decepción! Por lo visto a ti lo único que te importa es vivir de la sopa boba y hacer la pelota a tu jefe para que te dé unos golpecitos en la espalda para alimentar tu vanidad de falso trabajador - le reprochó ella con dureza-. Pero fíjate lo que te digo Adán. Si no comes una de estas manzanas, se te acabó de hacerme el amor los fines de semana; y me marcharé de tu lado.

De modo que Adán temeroso del ultimátum de su esposa, cogió una de aquellas manzanas y se la comió en dos bocados. Segudamente sucedió algo inaudito, porque ellos sintieron un sentimiento de culpabildad desconocido hasta entonces, a la vez que se vieron con otros ojos. Habían perdido el sentido de la inocencia para adquirir una percepción más aguda del entorno, por lo que se apresuraron a cubrirse con un taparrabos aunque aquel acto aún les excitó más puesto que al verse semidesnudos dicha conciencia despierta les avivó un inustado erotismo muy sutil que dio lugar a que Adán le tocara el trasero a Eva.

-¡Ay...! Déjame ahora que no es el momento para estas cosas - le reconvino ella con aspereza y dándole un manotazo.

Los culpables se hallaban ocultos tras unos matorrales cuando vieron a Iván montado en una cebra y con una antorcha encendida en su diestra que desprendía una potente luz, la cual peinaba con su resplandor todos los rincones de aquella zona.

- ¡No hace falta que os escondéis, traidores, sinvergüenzas! ¡Sé que estáis ahí...! -vociferó colérico Iván-. Pues yo, que soy el representante del dios-padre en la Tierra lo sé todo y lo veo todo. ¿Así es cómo me pagáis lo que he hecho por vosotros? 

-Cuando Iván tuvo a la pareja de culpables a su merced y les hubo interrogado, no dudó en degradar a la "serpiente" Inshart de categoría en el templo y en condenarla a hacer las labores más humillantes del mismo. Por otro lado, como era de esperar expulsó a la pareja de aquel idílico paraiso. Pero dán le plantó cara.

                                                               CONTINÚA


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