ARCHIVOS OCULTOS: JACK EL DESTRIPADOR

Entre 1887 la prensa londinense aterrorizó al pueblo con la noticia de un asesino serial. Hoy se le atribuyen al menos 5 homicidios. Su firma: cortes en la garganta, extirpación de órganos, mutilaciones en zona genital y en el rostro. Además, todas las víctimas se prostituían.

En esos tiempos había superpoblación en los barrios donde moraba este asesino. Gente de diferentes nacionalidades, credos y razas había llegado a Londres en busca de trabajo. Lejos de ser tierra de oportunidades, el lugar se llenó de violencia, enfermedades asociadas a falta de higiene, alcoholismo y delincuencia. En esa olla hirviendo en xenofobia, eran comunes los asesinatos.

La policía investigó sin éxito a más de 300 sospechosos, convirtiéndose en objeto de críticas. Muchos enviaban cartas mofándose de la incompetencia de los detectives, y un bromista firmó como “Jack el destripador”; fue a partir de entonces que se usó ese apodo.

Hasta hoy se desconoce su identidad. El principal sospechoso es Francis Tumblety, un irlandés que solía tener problemas con la ley y poseía conocimientos en medicina. Su perfil encaja a la perfección: era misógino, coleccionaba órganos reproductores femeninos en formol, y ya había sido sospechoso de asesinato. El 7 de noviembre de 1888 fue detenido por el Scotland Yard por actos indecentes (sexo con otros hombres en la vía pública). Pronto pagó la fianza y lo dejaron ir. Cuando se creyó que él podría ser Jack el destripador, Tumblety ya se había huido a Estados Unidos para nunca ser hallado.

Autor: FEDERICO RIVOLTA