EL LOCO (1-4)
El loco ni cuenta se dio de su ceguera, anduvieron un buen trecho juntos, donde termino Domingo ( el loco) por contarle lo decepcionado que se encontraba. Aunque la búsqueda había sido un gran éxito. Le explico el loco a su amigo que realmente él seguía sintiéndose por dentro igual, que observándose interiormente, no percibía ningún cambio, ni en su forma de vivir, ni siquiera en sus sentimientos o comportamiento.
El Duende que lo escuchaba muy atentamente, sin articular palabra alguna. Después de haber expuesto Domingo su indignación y desilusión por lo que acababa de descubrir, le planteo una pregunta; el verdadero camino del estado de uno mismo ¿ cual crees tú qué es? Y prosiguió diciendo. No hay mas ciego, que el que ve y no quiere mirar. No hay mas muerto, que el que siente y no lo quiere admitir. No hay mas sordo, que el que escucha y no quiere contestar.
En ese momento descubrió que el duende estaba ciego, que no necesitaba ver para caminar. Que el ser feliz va unido a todos los estados emocionales y que todos esos estados siempre habían estado con él. Siempre le habían acompañado y que incluso cuando se encontraba triste, algo o alguien en esos momentos tan dolorosos le sacaban una sonrisa.
Miro a la joven y descubrió que eso no era Amor verdadero, que ese sentimiento tan puro y rico en sensaciones, lo podía sentir incluso mirando las estrellas. Que el estar enamorado y sentir Amor, no tenía que ver con el sexo, el género, ni con la pareja. Que existían muchas formas de amar y de pronto empezó a brillarle los ojos, pues descubrió que realmente, estaba más cerca del, de lo que se imaginaba.
En ese momento sintió al Duende más cercano, mas amigo y con mucha más confianza, que al muchacho que les acompañaba en su viaje. Descubrió que la Amistad, el Amor, la Confianza y todo lo demás, no se podía comprar, ni arrebatar y mucho menos secuestrar.
El Duende se despidió, no sin antes decirle que contara con él en lo que necesitara. Siempre que lo llamara estaría en su sueños o detrás de una puerta. Lo miro, le mando suerte en su vida y desapareció andando por el bosque.
El loco junto con la muchacha y el joven, decidió devolver todo a su sitio. A la joven, le dio un anillo de oro que llevaba dejándola partí. Volviendo al mismo sitio de donde la recogió. Hay si noto algo de cariño sincero de ella, hacia él.
Al joven, lo devolvió a su amigo que lo buscaba, pensando que le había ocurrido algo. Al verlo, lo abrazo llorando con cara feliz. Hay el loco sintió un sentimiento nuevo, arrancándole una mueca de sentirse a gusto con el mismo.
Los demás sentimientos los fue devolviendo, notando que realmente eran suyos. Pues a quien él creía que se los había quitado, no les faltaban ninguno, ni siquiera, la paciencia del caracol, pues ese bichito pequeño, seguía bajando por la piedra muy, muy despacio. Donde el loco vio todo bastante claro.
Entendió todo lo que su amigo el Duende quería decirle, con aquellas metáforas tan raras en aquel momento, que las estaba escuchando. Todo aquello que había estado buscando, se encontraba dentro del. Todo realmente siempre le había pertenecido, solo tenía que trabajarlo. Y lo más importante DIFRUTARLO.
FIN
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