EL HOMBRE TRASCENDENTE
Por franciscomiralles
Enviado el 22/05/2023, clasificado en Reflexiones
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El día 7 de diciembre del año 2022 se celebró en la iglesia de la localidad en la que vivo una celebración religiosa para conmemorar la beatificación de un hombre joven llamado Juan Roig Diggle que fue vilmente fusilado en el año 1936 del siglo pasado en plena Contienda Civil por grupos de milicianos de aquel entonces que estaban compuestos por anarquistas y comunistas que a su vez quemaban iglesias y asesinaban a muchos religiosos.
Se trataba de un sujeto que nació en el año 1917 en el seno de una familia de clase media cuyo padre era español -catalán- y su madre era inglesa, quien se formó en el colegio de los Hermanos de la Salle en Barcelona. Mas parece ser que la familia en cuestión sufrió un grave revés económico por lo que tuvieron que mudarse a vivir a la población marítima de EL MASNOU y el hijo para ayudar al sostenimiento de la familia entró a trabajar en un almacén de tejidos y en una fábrica de la Ciudad Condal.
Lo singular del caso es que Juan Roig, en medio de las caóticas circunstancias que le envolvían, se refugió en un estado anímico de introspección canalizado en el ritual eclesiástico que le sumía en altos grados de misticismo.
El misticismo es esencialmente un estado peculiar de una persona que se vuelca literalmente a una divinidad determinada mediante la oración o el asceptismo. Se diría que su yo se disuelve para dar entrada a lo inconmensurable que por supuesto siempre está circunscrito en la cultura y en la idiosincrasia de cada raza, pero que a mi modo de ver al contrario de lo que se piensa, dicha persona tocada por el dedo de Dios por mucho que se aisle del entorno social nunca es ajeno al mismo, sino que más bien su actitud de recogimiento es una respuesta subjetiva al desastre, a la incertidumbre que se está viviendo en un momento específico de la Historia. Es un modo de compensar la nefasta situación, la negatividad general que impera en el ambiente como por ejemplo puede ser sufrir en un país una penosa situación bélica; o una profunda ruina económica que genera inseguridad en las costumbres de la gente. Así por ejemplo en el Barroco del siglo XVll que era una época en la que España vivía una decadencia alarmante en la que había una terrible hambruna y proliferó la picaresca como medio de vida, no es raro que surgieran personas místicas influenciadas por la Institución religiosa predominante como fueron Teresa de jesús, o el poeta San Juan de la Cruz y otros. Y dicha tendencia religiosa en los paises del sur de Europa en los que todavía estaban inmersos en la Contrarreforma de aquellos lejanos años, duró hasta bien entrado el siglo XX como era en el caso del joven Juan Roig, y el de muchas adolescentes que según ellas eran visitadas por la Virgen María. Así que se consideraba que el sujeto místico a pesar de sus errores y excesos, no dejaba de ser el que transfería al mito religioso un vitalismo singular que alentaba la fe y la esperanza espiritual de sus contemporáneos.
Sin embargo hoy en día, el materialismo histórico, el economicismo que está auspiciado tanto por la ideología política de izquierdas como por la estética consumiista del Capitalismo, quienes se disputan el poder para dominar a la sociedad, porque de esto es en definitiva de lo que se trata: de dominar al personal, éste ha desplazado al hombre o mujer con ansia de trascender a un "algo" más sublime; a un "algo" mejor que lo que tiene ante sus narices y surgen pensadores que niegan la trascendencia del hombre o mujer mística. Si no hay tal Metafisica espiritual, ya que el mismo yo del ser humano hay quien lo considera una simple creencia sin ninguna relevancia, lo que cuenta es decantarse por el placer irracional como válvula de escape a una época tan vacía de valores y tan incierta como lo fue el mismo Barroquismo."Disfrute usted tanto como pueda sin pensar en nada porque el mundo es un Supermercado" nos sugieren los medios de comunicación sobre todo con la publicidad y los concursos televisivos. Es mejor dejarse llevar por el relumbrón del Becerro de Oro, que por una invisible y discutible divinidad; Asimismo las ideologías políticas, la tecnología como las Redes Sociales y la Inteligencia Artificial han tomado el relevo a las entidades espirituales.
De manera que ¿debemos pensar que el místico Juan Roig que vivió en mi población, al igual que muchos de su condición estaban equivocados; que eran unos pobres ingénuos; unos ignorantes de invocar a la divinidad? Aunque confieso que yo no soy místico, ¿quién es nadie para echar por tierra la sensibilidad del místico? ¿Qué saben los cientifistas de salón de la condición humana cuando nuestro cerebro todavía encierra un cierto misterio? Yo pienso que nada. Porque es evidente que la persona mística tiene una sensibilidad, una intuición fuera de lo común que ahora se estudia en la psicología humanista; o en el ámbito de la inteligencia emocional.
Por otra parte es cierto que la emotividad del ser humano; lo inmanente busca lo trasendente; aunque como decía el pensador del 98 Miguel de Unamuno siguiendo al filósofo danés Kieerkirgaad padre del Existencialismo, mientras que el sentimiento apuesta por la divinidad, la razón duda, lo cual es perfectamente legítimo. En otro orden últimamente también se ha visto que muchas religiones al caer no han sido más que una sacralización del ego humano cuyo sentimiento ahora se ha canalizado en los nacionalismos xenófogos. Mas yo rechazo plenamente la postura tajante; el dogmatismo de los gurús materialistas al negar la actitud devota de los místicos, puesto que en la vida todo es posible y la Nauraleza es más amplia de lo que nos imaginamos.
Sí.El ser humano es por esencia un ser trascedental. Si no se hubiera empezado con la búsqueda de lo divino, no habría posteriormente creatividad de ningún tipo; pues lo sagrado con el tiempo se vuelve profano y todo tiene su repercusión en la dinámica de la vida.
FRANCESC MIRALLES
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