VIDAS ENTRELAZADAS (1-3)
Por Merced 54
Enviado el 28/05/2023, clasificado en Varios / otros
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VIDAS ENTRELAZADAS
(1-3)
Mientras tanto, todo el barrio se estaba volcando en poner letreros y anuncios. Lucas puso una esquela en los periódicos, salió en las noticias, pero no aparecía, ni el cuerpo ni la niña. Era como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra. Nadie había visto nada, ni salir del bar, ni que alguien la cogiera. Buscaron en las afueras de Roma, en las montañas cercanas, ríos. Fueron 6 meses insufribles, para todos los miembros de la familia.
María no pudo perdonar a su marido, pero tampoco podía abandonarlo, lo quería demasiado, además debía pensar en los otros hijos que les quedaba. Esos niños no tenían culpa y debían seguir riendo y tener una niñez dentro de lo que se podía, normal, lo más normal posible. Aunque María llorara todos los días su ausencia.
Lucas no volvió a beber, ni nunca se perdono el haber perdido a Lupita. Su carácter cambio, se volvió triste, melancólico y con la vista perdida, siempre mirando a lo lejos, buscando los ojos de su pequeña.
Fueron pasando las semanas, los meses y los años. Poco a poco todo fue encauzándose a la rutina de una vida en convivencia de una gran familia. Los niños fueron creciendo, todos estudiaron, fueron ejemplares, muy buenos niños, aunque Juan, nunca perdono a su padre el haber perdido a Lupita.
Juan estudio abogado. Se puso a trabajar para el estado, era fiscal. Siempre se acordaba de su hermana, pues él y Lupita eran uña y carne. Solían estar juntos para todo. Hasta dormían en la misma cama, desde que tuvieron que sacarla de la cuna, dando paso a su hermana Desiré. Por ser el mayor, su madre se la confió asta que pudiera dormir sola. Una vez puesto a trabajar y pudiendo independizarse, se fue a vivir solo cerca de donde desapareció Lupita.
Luis estudio para profesor. Jaime informático. Julián veterinario, le gustaban mucho los animales. Desiré, no quiso estudiar, terminando casándose con su vecino. Kassi, estudio para trabajar con niños en las guarderías.
María, poco a poco se fue acostumbrando a vivir sin Lupita, aunque eso no quería decir que la olvidara, sobre todo en cumpleaños y santos. Lucas poco a poco, debido al dolor que lo inundaba por sus adentros, se iba consumiendo poco a poco. Como una flor marchitándose. Cada poco tiempo se ponía enfermo y nadie, ni los médicos encontraba su dolencia.
Lo jubilaron por enfermedad, teniendo que meterlo en una residencia para que lo pudieran cuidar. María en su adentros, sabía que era por Lupita, pero tampoco se la quería nombrar.
Lupita, se crio muy mimada y muy querida por sus padres y abuelos adoptivos. No quisieron cambiarle el nombre, que ellos creían que se llamaba. A sí que, se seguía llamando Zita. Estudio enfermería y por supuesto tubo que estudiar empresariales, aunque a ella no le gustara nada dedicarse a las finanzas.
Su padre adoptivo murió en un accidente de aviación. Con una avioneta, él y una amante. Los dos muriendo en el acto. Dejándole a ella como única heredera a todos sus bienes.
Cuando cumplió 25 años, su madre adoptiva decidió contarle la verdad. Lupita no pudo enfadarse con ella. Pues había tenido mucho cariño y había sido muy feliz. Solo le pidió una cosa, que le permitiera buscar la verdad de lo ocurrido, pues ella sentía en sus adentros que algo no cuadraba. Siempre había tenido la sensación como que sus ojos buscaban algo perdido.
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