Qué frío hace para ser mayo, ¿verdad?
Qué gris se ve el día, ahora que tú no estás, y nubes cargadas de agua ocultan el sol
Qué soledad me trae recorrer este camino sin sentir tu mano en la mía.
Y qué triste no poder llegar hasta el parque, solo por miedo a encontrar tu rostro entre sus fantasmas.
Las rosas marchitas me miran desde el arcén, quizás rogándome que les devuelva ese rojo que tenían entonces, o la frescura de sus pétalos cuando tú las rozabas con las yemas de los dedos. ¿Cómo les digo que ya no estás, que tal vez es culpa mía que estén muriendo? ¿Que ya no tienen motivos para alzarse hacia el cielo, en un vano intento de hacer competir su belleza con la tuya?
Y mientras, yo me aferro a tu recuerdo, a las flores que me trajiste aquel día, a mis lágrimas y poemas desesperados, sin saber si me duele más no tenerte o no quererte. Mientras, las rosas siguen muriendo. Y la lluvia se resiste a caer y borrar mis huellas de un camino que ya no transita nadie.
22/05/23
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales