ARIANNA, LA ESCRITORA
Por Ana Sabina Pirela Paz
Enviado el 15/06/2023, clasificado en Drama
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Un relato seleccionado por una editorial, para la publicación de una antología sobre el Oficio del Escritor.
“Cerrar la puerta es muy difícil, cuando ya la tienes abierta”. (Ana Sabrina Pirela Paz 2023)
Arianna, una escritora, que, si bien no había alcanzado la cúspide del éxito en su oficio, se ubicaba entre las favoritas de una prestigiosa editorial especializada en diferentes géneros de la literatura, por lo que ya tenía en su haber un cúmulo de poemarios, cuentos e historias de antologías publicadas, acervo que la convertía, según la crítica, en una literata experimentada.
Dedicada a dicha actividad, mantenía la esperanza de que, por difícil que fuese, lograría algún día alcanzar un lugar meritorio, en la lista de los grandes escritores, habida cuenta de que su producción era aceptada y difundida, aunque no perteneciera a la élite del arte de la expresión escritural. No obstante, no se desmoralizaba, al contrario, pese haber sufrido decepciones en los resultados de las convocatorias de los concursos, seguía participando, sin importarle que le dijeran, que algunos estaban manipulados por intereses personales, comerciales, o por cuestiones de amiguismo y nepotismo. Ella continuaba escribiendo y concursando con perseverancia.
—Arianna, tiene usted la entrevista programada para hoy, en el horario vespertino de las 17:00 a 18:00… ¿Asistirá o cancelo? - Le advirtió su asistente.
— Acudiré… creo que será mí última entrevista.
Se levantó del asiento de su escritorio y con mucha dificultad cerró las ventanas del computador, apagando el dispositivo.
Atendiendo la invitación de un canal televisivo, ya se encontraba en el estudio. El entrevistador, un periodista conocido por la agudeza en sus planteamientos, aprovechó la presencia de Arianna para ofrecer su opinión sobre los motivos por los cuáles consideraba, no había logrado un lugar destacado dentro del mundo literario. Argumentando, que el estilo, de la entrevistada, era dirigido a un sector muy selecto, el del entretenimiento; sugiriéndole que direccionara su pluma a temas de la actualidad como: guerras, políticos, males que agobian a la sociedad: narcotráfico, violencia; corrupción, afirmando, que, si hubiese seguido esa línea, su nombre ya estaría apoderado en el ranking de fama internacional.
Arianna, mujer de personalidad ecuánime y prudente, pero con una sagacidad en el verbo, le respondió pausadamente, con firmeza en su tono, como si marcara su sentir en cada palabra:
— Cada lector tiene el derecho de seleccionar la lectura de su preferencia. La del entretenimiento tiene sus seguidores, como también las de ciencia ficción, de suspenso, terror y cualquier otro género. En un tiempo incursioné en la denuncia, abordando temas sociales, como la hambruna, la decadencia, la falta de liderazgo, la contaminación ambiental, el maltrato animal, la violencia infra familiar y callejera, la pedofilia, los abusos contra el género, entre otros tópicos, que, al abordarlos en la investigación, sus causas y consecuencias, en lo personal me afectaron emocionalmente. Me encontré con una realidad monstruosa: la contraposición entre presentar soluciones y la descarada desidia de no existir interés en que se resolvieran, por parte de los que tienen la responsabilidad para hacerlo. Obstáculos complejos, de muy difícil comprensión, eso fue lo que conseguí.
—Volver a transitar por los problemas que identifican a una sociedad extremadamente enferma por la violencia cruel y el egoísmo y sin el compromiso del sentido de pertenencia, el individualismo y sectarismo tomaron las banderas del poder y así, estimo se mantendrán por décadas. — Esos planteamientos que, mediante mis trazos revelé, me ocasionaron ataques de angustia, pero lo que me agobió fue el sentimiento de la desesperanza, por lo que estuve padeciendo de depresión, obligándome a estar apartada de mis quehaceres, con un parte médico que me sugería retomar una actitud de alegría, ubicar nuevas expectativas y forzosamente, volví a mis inicios : a la literatura de entretenimiento y servirle al lector, el que desea separarse, en algún momento de sus asuntos cotidianos, para el disfrute de las narrativas maravillosamente descritas con los matices de fantasías, sueños, mitos. Y así fue como empecé a robustecer mi producto intelectual. — Por otra parte, con esa experiencia, me vi reflejada en el lector, que aspira un cambio. Reconozco que el leyente necesita recrearse en un material refrescante, ligero, que lo impulse a soñar, a creer en la esperanza. Que olvide, aunque sea a ratos, su realidad personal o social. Suficiente es lo que los profesionales del periodismo y reporteros reseñan a diario.
— Me representé como lectora, y me ubiqué en el optimismo, en la visión positiva, en la perspectiva llevadera, la que hace recordar momentos gratos, que anime a la imaginación, sin tratarse de una posición de evasión, sino de sobrevivencia.
—¿Por qué cree usted que Jorge Luis Borges dijo? “Escribir es un modo de soñar y uno tiene que tratar de soñar sinceramente. Uno sabe que todo es falso, pero, sin embargo, es cierto para uno. Es decir, cuando yo escribo estoy soñando, sé que estoy soñando, pero trato de soñar sinceramente” – Frase célebre que me identifican, puntualizó la escritora.
Palabras que hicieron reaccionar al público presente, con sonoros aplausos y vítores y al periodista, quien dio por finalizada la entrevista, más sorprendido que complacido.
Posteriormente, en los espacios de su residencia, Arianna, observó su biblioteca: un remanso de paz, donde lo único que rompía el silencio era el sonido lento del teclado del computador y el vaivén interno de sus pensamientos, que, en su cerebro semejaban danzantes ideas, unas fecundas, otras inútiles o estériles.
No se resigna a dejar el ordenador, pero, …el dolor ya era suficiente…un malestar estropeó la movilidad de su brazo derecho, lo que le resultaba difícil afincar las teclas. Apelando al “dictador” empezó a pronunciar palabras sueltas, …< no es lo mismo… decir las palabras me bloquea, pero, pensar y simultáneamente escribirlas, corresponde al fluir mágico. Ellas salen, se elevan como las espumas de jabón, unas se mantienen, otras se esfuman. depende del énfasis… se enervan con la manifestación del sentimiento, sabias, elocuentes, adecuadas, las que enseñan> Se dijo.
Giró su mirada a todos los ángulos del recinto bibliotecario: la estantería llena de libros, algunos leídos, otros sin abrir sus páginas; archivadores repletos de cuartillas, lápices, bolígrafos, observó los “Mont blanc “y las”, Parker “en otrora piezas ostentosas para estampar las rubricas, hoy vetustos adornos. Siguió observando cada detalle, cada objeto considerado un recuerdo íntimo Luego, sigilosamente cerró la puerta y dijo, como despidiéndose:
> Al final, ellos ni yo, somos nada, solo espectros que pretenden destacarse entre tanta insatisfacción y soledad. Somos lo que hemos sido: letras y más letras, un poema, un cuento, una novela, una reflexión, siempre y cuando haya existido un lector extrañamente sensible, identificado con el entendimiento de la escritura: la única forma que le damos significado a nuestra existencia<.
—Licenciada Arianna, ya el taxista la espera- Interrompió la asistente.
Sabía que la aguardaba una consulta médica, motivada a la afección que poseía desde algunos meses, le contraía el brazo y la mano derecha, impidiéndole desarrollar con habilidad su oficio.
—<Será el destino que me enfrenta a una causa para dejar de escribir. Ya las decepciones han sido muchas. Estaré sumergida en la soledad que abruma a tantos escritores, compañera de por vida.> Así reflexionaba, mientras, abordaba el vehículo.
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