LA MALDICIÓN
(1-6)
Cada vez se encontraba mas deprimido. Solo deseaba desaparecer del mundo. Esconderse donde nadie lo conozca, ni lo encuentre. Donde pudiera empezar desde cero, sin errores, sin deudas y sin recuerdos. Pensaba que era la única forma de no sentir dolor. De no sufrir como lo estaba haciendo.
Al día siguiente, a la hora de levantarse, fue una chica muy dulce. Josep le daba patadas, le tiraba de los pelos. Ella le sujeto la cabeza con sus manos diciéndole;
--- No sé, que vida has tenido. Se ve que as sufrido mucho. Yo te protegeré. Nadie se atreverá a hacerte daño. Dándole un beso en la frente.
Josep, no entraba en razón, dándole un bocado en el brazo. La chica no aparto el brazo y le dijo;
--- Si con esto te vas a sentir mejor, desahógate, pero recuerda que me deberás una. El día que yo necesite consuelo, deberás oírme y acompañarme en mi tristeza. Ese día serás todos iodos para mí.
Josep la miro, soltó el brazo, dejando que lo duchara. A partí de aquel momento se hicieron amigos. Por primera vez, tenía un amigo y no era un hombre, si no una mujer.
Nunca Josep hubiera creído que los hombres y mujeres pudieran ser amigos, sin ser amantes. Siempre había escuchado de su padre, que la mujer no serbia para nada, y que su sitio era la casa.
Lo ducho, vistió, afeito y lo sentó a desayunar. Los demás trabajadores se quedaron con la boca abierta. No creían lo que veían. Josep se estaba convirtiendo poco a poco en otra persona. En una persona nueva.
Su familiares lo encerraron en la residencia, porque no podían con él. Era un hombre muy maleducado, grosero y disfrutaba humillando a los demas. Como tenía mucho dinero, pensaron en meterlo allí y quitarle todo su patrimonio, que era bastante. Esta era la furia y la rabia que Josep sentía dentro.
Este era el sentimiento que sentía y no sabía a que era debido. Esta chica, fue dentro de la maldición la que le hizo ver un poco la realidad. Lo trataba con un mimo y con ternura. Lo veía como un ser indefenso, al contrario de como lo veían los demás. Josep la observaba, llegando a pensar que incluso podía ser la vieja del bosque poniéndolo otra vez a prueba.
Un día le pregunto Josep a la muchacha;
---¿ porque eres tan dulce y tan buena conmigo, si yo os he tratado tan mal a todos?
--- Mira, mi abuela siempre me decía: Trata a los demás, como quieres que en un futuro te traten a ti. Los niños y los ancianos , son el futuro y el pasado de nuestra historia. No olvides que para que exista un principio y un final, alguien debe nacer y morir. Esa es la vida. Y lo más importante mi niña, mañana tú serás abuela.
Josep comprendió lo que la muchacha le dijo. Poco a poco, empezó a entender a la mujer del bosque. Preguntándose a sí mismo; ¿qué sentido, entonces, tiene la guerra?
La joven al salir un día de la habitación de Josep, se le olvidaron las llaves. Percatándose de lo ocurrido, fue tras la muchacha. En ese momento noto como una puerta se quedaba medio abierta, pensando que la joven estaba tras ella. Josep termino de abrirla cayéndose por las escaleras con la silla de ruedas, muriendo en el acto y dándose cuenta que volvía otra vez al principio.
Mientras estaba en el suelo y antes de volver al punto de partida. Noto como la muchacha lloraba su perdida, dándole un vuelco el corazón, en el mismo instante, que algo tiraba de él, hacía tras.
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