LA TERCERA JUVENTUD (Divino Tesoro 1-1)
LA TERCERA JUVENTUD
(Divino Tesoro 1-1)
Se llamaba Trinidad, aunque le decían Trini. Tenía 80 años. Estaba acostumbrada a estar en su casa, nunca había necesitado ayuda de nadie, pero de un tiempo acá, sus hijos iban notando que la memoria le iba fallando.
Ya no se acordaba de cosas tan simples como tomar la medicación, encender los fogones, ducharse, las fechas de los cumpleaños de sus hijos, ya no digamos sus nietos. Estaba olvidándolos uno a uno, empezando por el más pequeño al mayor.
Antes tenía una memoria de lince, no había nada que le ganara en recordar una fecha importante, un nombre o algún dato de algo ocurrido, por muchos años atrás.
Trini para saber qué día era exactamente, su nieta, se preocupaba de señalar la fecha en el almanaque, para que su abuela supiera en que día se encontraba del mes y del año.
Un día, se levanto por la mañana. Fue a la cocina a beber agua, viendo el almanaque, vio el día y el mes, (02, 03). Hace 60 años, con edad de 20, conoció a Ángel su marido. Un día estando en la verbena de su pueblo, un chico que no le gustaba nada y que era muy pesado, decidió pedirle un baile. Trini por quitárselo de encima decidió aceptar. Cuando fue su sorpresa, enterándose que estaba loco por ella.
Ángel era 9 años mayor que ella. Trabajaba en Edesa ( empresa de electricidad), aparte de ser un pequeño accionista de la misma compañía. Era amigo de su hermano mayor y de su primo. Los tres maquinaron un plan, enterándose Trini mas tarde, cuando ya era demasiado tarde para alejarse de Ángel, pues termino enamorándose y casándose.
Su hermano se llamaba Pedro y su primo Juan. Todo lo que les pedía tanto Juan como Pedro, Trini era incapaz de decirles que no. Ella los quería mucho, pues para los dos, Trini era un tesoro. La querían con locura y la mimaban más de la cuenta, pues era la más pequeña de la casa. Por ese motivo ella nunca podía negarles nada.
Trini recordando cómo empezó su romance con Ángel se veía tan feliz, tan gozosa de la vida, llena de un amor inmenso y a la vez triste, porque ya no estaban ninguno de los tres con ella.
De vez en cuando, pensaba, ¿Cuándo dejaron de estar aquí?
Pero a los pocos segundos se había olvidado de lo que había pensado en ese momento, volviendo a recordar su vida pasada, su tiempo dejado atrás, sus más preciados recuerdos.
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