EL REENCUENTRO 1

Jaime García que era un abogado empresarial de mediana edad, el cual desde que se había divorciado de su mujer porque según ella se había enamorado de un compañero de oficina y se había ido a vivir con él llevándose consigo a sus dos hijos pequeños; aunque posteriormente su aventura no le había dado buenos resultados por lo que quiso reanudar su vida conyugal con Jaime, mas este no la aceptó dado que para él la mujer había perdido toda credibilidad. Ahora Jaime se sentía sumido en una amarga soledad y  solía soñar cada por tres que deambulaba por calles deserticas y sombrías de una ciudad desconocida en una hora crepuscular.

Sin ninguna duda aquel reiterativo sueño venía a simbolizar el desasosiego que pesaba en su alma como consecuencia del desengaño afectivo que había sufrido y que él nunca se había llegado imaginar que le pudiera ocurrir algo así. ¿Cómo podía ser que su expareja fuese una fémina tan frívola y tan inconsistente?

Debido a dicho desengaño que le había roto la confianza en la naturaleza femenina, se juró a sí mismo que nunca más volvería a enamorarse de ninguna mujer. Cuando le apremiase la necesidad sexual acudiría a una buena profesional, le pagaría lo que fuera ¡y allá penas! Pues para Jaime todo el mundo teorizaba acerca el amor pero sobre el papel porque en la práctica todo era diferente porque en la sociedad predominaba por encima de todo el egoísmo, la ridícula idea del flechazo y especialmente la caida de los valores éticos.

Lo que Jaime no se esperaba era que un día por curiosidad le dio por asomarse a las Redes Sociales en su ordenador y reparó en una singular mujer andaluza que vivía en Málaga llamada María Gómez y quiso contactar con ella. Jaime recordaba que hacía unos años, cuando él hubo terminado la carrera de Derecho, a través de una revista de contactos puesto que en aquel tiempo no salía con nadie y no existían los ordenadores, se estuvo carteando durante dos años con una joven llamada María que también era oriunda de aquella región del sur de España, hasta que  un día del mes de julio el abogado dio el salto y se desplazó a Málaga para conocer personalmente a aquella chica que era un tanto reservada y muchas veces se dirigía a él con eufemismos, con frases sugerentes o cripticas que encerraban algún mensaje oculto que excitaban su imaginación

Como era en pleno verano Jaime se vio envuelto en tal calor sofocante que de golpe le cortó las ganas de comer y sólo ansiaba beber toda suerte de refrescos y agua. Fue en aquel cálido lugar donde por fin se presentó ante Maria que estaba muy integrada en su ambiente familiar y pudo constatar que se trataba de una joven morena con unos bonitos ojos verdes que en según que ocasiones adquirían una tonalidad azul como el mar Mediterráneo que circundaba aquel lugar, en los que se advertía cierta expresión entre agresiva y pasional. Quizás si el encuentro iba bien la relación podía evolucionar hacia algo más profundo, puesto que en aquella correspondencia a lo largo del tiempo ambos habían congeniado satisfactoriamente, ya que se contaban sus aficiones y sus pensamientos

A Jaime le vino a la memoria un día especial en el que María lo llevó de excursión a una zona marítima donde había una playa poco concurrida y al amparo de un chringuito construido a base de cañas y madera comieron "espetones" (sardinas a la brasa) que era un plato muy típico de allí. Seguidamente bajo el influjo de las graves y lacónicas notas musicales del concierto de ARANJUEZ del maestro Rodrigo que sonaba en el local ellos se abrazaron y se besaron tiernamente en los labios, a la vez que se miraron en silencio a los ojos, ya que aquel sentimiento compartido iba más allá de cualquier discurso, mientras que el implacable sol se ocultaba en el horizonte de aquel plateado mar.

Mas como Jaime tenía que regresar a su tierra natal por un asunto laboral, la magnifica relación amorosa con la malagueña se esfumó en el aire como si de una cruel burla del destino se tratase. ¿Aquella María Gómez con la que el abogado se comunicaba gracias a Internet podía ser la misma mujer que él conoció en aquel lejano ayer?

Jaime se llevó una sorpresa cuando ella le dijo que era maestra Nacional de Primaria, esencialmente porque le encantaban los niños. Exactamente igual que aquella chica que él despidió en su día con gran pesar en la estación del tren en Málaga.

En la actualidad lo que al abogado le chocaba era que María se interesara con sinceridad por su vida, puesto que no estaba muy acostumbrado a ello porque hasta ahora lo que se esperaba de él era que cumpliese con sus obligaciones  laborales y familiares como si fuera un autómata y poca cosa más. María le preguntaba por su vida afectiva. ¿Qué le había sucedido con su esposa? Se interesaba por su trabajo y en qué empeaba su ocio: y por tanto el hombre poco a poco empezaba a sentise acogido; escuchado y por supuesto más reconfortado.

                                                             CONTINÚA