UNA PROMESA- UNA VIDA- UNA DEUDA (2-1)
Por Merced 54
Enviado el 08/07/2023, clasificado en Amor / Románticos
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UNA PROMESA- UNA VIDA-UNA DEUDA
(2-1)
El niño se llamaba Irían y la niña Saray. Nacieron en España, (Tenerife).Fueron creciendo, llenos de amor. Cada uno en puntos diferentes, pero dentro de la misma Isla. A la edad de 3 años, sus padres por motivos de trabajo decidieron mudarse a la Península. Coincidiendo, tanto en la capital, como en el barrio.
El niño llamado de nombre Irían , en su otra vida anterior, había sido Hugo Fran. La niña llamada Saray, había sido en su vida pasada, Samuel. En esta nueva etapa, no se conocían, ni tenían ningún recuerdo uno del otro.
Volvieron con todos los recuerdos de su anterior vivencia, olvidados. Teniendo a si, una nueva experiencia sin ataduras de ninguna clase. Dándoles la oportunidad de ser en esta vida, únicos en sus decisiones, dándoles recuerdos nuevos sin ser obligados, ni sufrir por sus errores anteriores.
Las dos familias se mudaron a Granada (Zaidín). Los padres de Irían en los edificios llamados las Torres. Los de Saray, una calle más abajo de esos edificios. No fueron al Jardín de infancia, pues sus madres decidieron no perderse nada de la primera etapa de sus crecimientos.
Al cumplir 6 años, tanto Irían como Saray, empezaron su formación en el mismo centro de estudios, pero en clases diferentes. El primer encuentro que tuvieron fue un pelotazo de Irían en la cabeza a Saray.
Saray desde entontes, le declaro la guerra a Irían. A partí de ese momento empezaron a tener enfrentamientos los dos. Donde hizo, que cada vez estuvieran mas unidos y uno pendiente del otro.
Irían un día le pego un chicle en las trenzas, otro día le llamaba pecosa y se reía. Un día le quito el cuaderno de los deberes y otro el lápiz, a si una tras otra.
Saray no se quedaba corta. Le puso pegamento en su silla. Al levantarse se le rajo el pantalón. Le escondió la mochila, dejándolo en la calle, no pudiendo entrar en su casa, pues llevaba las llaves dentro, castigándolo sus padre, por perder la cartera.
Sin darse cuenta, cada vez sentían la necesidad de saber que estaba haciendo cada uno, cuando no se encontraban cerca, con quien se encontraba o sencillamente solo querían verse, sentir que estaban a la vista, uno del otro.
Cuando Saray se acercaba a un chico y Irían lo veía, se ponía tan furioso que planeaba su próxima travesura. Cuando era Saray era la que veía a Hugo con una chica, estallaba en una gran rabieta, tirándose dos días sin dirigirle la palabra.
Irían en sus vacaciones escolares siempre había ido a ver a sus abuelos. Cuando entraba en un cuarto que siempre solía estar cerrado, veía una foto antigua, donde estaban dos niños . Uno subido a la espalda del otro, riéndose los dos.
Se podía tirar toda la tarde mirando esa imagen. Al verla le producía una inmensa melancolía. Sentía que esa foto le pertenecía. Deseaba llorar y solo le infundía una nostalgia que le inundaba su ser. Transmitiéndole una gran pérdida, unida a un gran dolor. Pero siempre terminaba en su mente, la imagen de Saray.
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