EL DESPERTAR DEL DURMIENTE (1-6)
EL DESPERTAR DEL DURMIENTE
(1-6)
Mientras tanto, su padre estaba llegando a un acuerdo con el dueño de una empresa de construcción referente al bosque. Entre las personas reunidas también se encontraba un político de la zona que era corrupto, donde aconsejo para acelerar tanto la construcción y la tala de árboles, la mejor forma era provocar un incendio. Para que todo se acelerara más rápido.
El político, sabía que más de la mitad de aquellos bosques eran privados. Pero provocando un incendio obligarían a vender el terreno a precios asequibles, junto con la madera.
Abigail inocente esa noche se fue a dormí como de costumbre, sin pensar que a partí del próximo día todo cambiaria. Al levantarse olio a quemado, salió fuera y vio mucho humo procedente del bosque. Salió corriendo y empezó a sentir como los arboles chirriaban y los animales se volvían locos. Los pájaros revoloteaban sin sentido, algunos salían de entre las llamas del bosque.
Vio como su padre prohibía a los trabajadores acercarse. Su madre le gritaba que no saliera y se metiera dentro, pero Abigail parecía hipnotizada. No oía, ni veía a nadie. Solo escuchaba los chillidos de los seres del bosque. Como sufrían, pero solo lo sentía Abigail.
Abigail empezó a llorar, al mismo tiempo que caminaba, pasando delante de sus padres y de todo el mundo, sin ser percibida por nadie. Cuando de pronto su padre y madre vieron que su hija estaba a punto de adentrarse al bosque, abriéndose camino por el fuego.
Todo el mundo se quedo sin poder pronunciar palabra. La niña conforme iba andando, atravesando el fuego, solo con sus lagrimas y su cuerpo, iba apagándolo. Todos la llamaban, pero ella solo escuchaba la llamada del bosque. Mientras su pequeño cuerpo absorbía el fuego y respiraba el humo. Su madre empezó a recordar la leyenda del bosque.
--Empezó a pensar llorando sin apartar la mirada de su hija, que podía ser esa personita que un día daría la vida por la naturaleza.
--Empezó a darse cuenta que le había fallado como madre.
-- Empezó a venirle a la memoria, como vivía antes y lo feliz que era, con tan poco como tenia, pero sintiéndose la más rica del mundo, en amigos y en lo material.
--Empezó a darse cuenta, que la felicidad tiene que sentirla uno con lo que tiene, pues no es más feliz el que más tiene, si no el que valora y aprovecha los dones que la vida le da.
Una vez apagado el fuego, de pronto se empezó a escuchar un zumbido que procedía de los cielos.
Los pájaros empezaron a volver, bajando hacia donde estaba Abigail, subiéndola al vuelo. Perdiéndose en las profundidades del bosque, desapareciendo, no dejando ver a nadie en qué dirección se dirigían, debido al humo, que todavía quedaba, producido por el fuego.
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