EL DESPERTAR DEL DURMIENTE (1-7)
Abel, empezó a andar de un lado a otro, ablando solo sin sentido. Con las manos en la cabeza diciendo;
--- Esto no tenía que pasar, esto no estaba en el plan. No, esto no es verdad, no, no. Mirando hacia el bosque.
Así, cayó de rodillas en el suelo, lloraba, lloraba, al tiempo que cogía tierra del suelo gritando;
--¿Por qué, porque?
Mientras tanto, los pajarillos depositaron el cuerpo de Abigail a los pies del árbol, mas anciano de las Amazonas. También conocido por el árbol abuelo del mundo, por ser el más antiguo en su especie.
Fue el primer ser con vida que irrumpió en el planeta tierra. Y ¿cómo no?, el primer amigo de la madre tierra.
---Juntos los dos, empezaron a dar vida al planeta.
--- Juntos los dos, dieron color al espacio que un día seria compartido por los humanos y que desde el principio consideraron familia.
--Juntos los tres, tierra, naturaleza y humanos se hicieron inseparables con sus compañeros de hazañas los animales.
Abigail todavía con vida, pero teniendo problemas para respirar, por el humo que inhalo en el bosque. Ya depositada en los pies del árbol, este anciano ser. Una de sus raíces, se acerco a la pequeña herida que Abigail tenía en un dedo. Donde la joven, un día antes del suceso, sintió, la Savia unirse a su sangre.
Este gran ser, de enormes dimensiones. Fue depurando su organismo de día, al tiempo que le proporcionaba oxigeno puro. De una gran calidad, sin estar contaminado de ningún microbio externo. De noche la apartaba de su alcance, dejándola a la protección y al cuidado de los lobos. De esta forma, el árbol no le quitaba espacio donde respirar oxigeno sin ser robado por él.
Mientras Abigail era depurado su organismo por la naturaleza, los animales la limpiaban, quitándole toda suciedad, producida por el fuego. Dejándole una piel blanca, suave al tacto humano y con un olor a flores, inconfundible y penetrante al olfato de cualquier ser vivo que se le acercara. Trasmitiendo al que lo olía una sensación de paz interior, al tiempo de tranquilidad.
El agua y los alimentos, también había otros seres que vivían en el bosque, que se dedicaban a buscar toda clase de alimentos para Abigail. Incluso había una mona que acababa de parir y también le proporciono leche. Abigail estaba alimentada y cuidada por todos los seres vivos de las Amazonas. Hasta se turnaban para cuidarla, mientras el gran árbol, le devolvía toda su vitalidad que había perdido ayudándolos a ellos.
Ya había pasado una semana. Los padres seguían buscándola, cuando de pronto, Abel se quedo paralizado. Unas serpientes no le dejaban avanzar, miro y no daba crédito a lo que vio.
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