¿VIVIR EN EL ENGAÑO? 2 (FINAL)
Por franciscomiralles
Enviado el 06/08/2023, clasificado en Reflexiones
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Dicen muchos arqueólogos que la Biblia tiene un 3% de realidad histórica, pero un 90% de mitología y yo pienso que esto es verdad.
El GÉNESIS, que está redactado por muchos autores, se ha podido constatar que es una fábula de origen asirio; es decir, del actual Irak, Y no es de extrañar si sabemos que el pueblo judio ha estado sometido durante muchos lustros bajo la bota de los babilonios. Pues en aquella lejana época al tiempo que un pueblo invadía a otro, el invasor le transmitía a este su cultura y sus tradiciones.
En este apartado de la Biblia se relata el famoso Diluvio Universal. Pero se da el caso de que esto es una adaptación literaria al contexto israelita como si de una película se tratara, de un poema asirio también, llamado GILGAMESTH. Un extraño dios enfadado con su creación, decide inundar aquella zona pero quiere salvar a un hombre justo, y le ordena que fabrique una barcaza para salvarse él con su familia. Mas algo de cierto hay en este relato, porque se ha podido ver que en aquellas tierras se produjeron grandes inundaciones - quizás a causa de algún cambio climático-.Mas ¿por qué llamarlo Diluvio Universal, si sólo se inundó aquel territorio? Sencillo. Los hombres de aquel tiempo apenas viajaban, y para ellos el "mundo" se limitaba a su terruño.
En el capítulo de JUECES la Biblia explica la azarosa historia de Sansón, que era un sujeto con una fuerza física descomunal gracias a su prodigiosa cabellera, el cual se enamoró de la perversa Dalila, que mientras dormía ella le cortó el pelo reduciéndolo asi en un tipo normal, sin fuerza alguna.
Es muy posible que este forzudo Sansón nunca haya existido, y que sea un símbolo que refleje la fortaleza y la resistencia del pueblo judío, en una época en la que había un vacío de poder, dado que el pueblo israelita estaba ocupado por los filisteos, que eran una rama de los griegos, y Sansón fuera una versión judaizante de Hércules. Pues tengamos presente que los hombres de la Antigüedad vivían muy influidos por las emociones, los sueños y los símbolos del inconscienete, y apenas existía el pensamiento científico como sucede en nuestros días.
¿Y qué decir del Cristianismo? Este movimiento no fue una revelación llovida del cielo, sino que se trató de una doctrina inspirada en la religión persa, en la mitología Egipcia de Osiris, y sobre todo en la. idea órfica de Platón, que la Iglesia asumió más tarde.
Por todo ello, yo he tenido la sensación de que tanto nuestros antepasados como nosotros mismos hemos estado viviendo en una mitología engañosa, y actualmente en mi país estas historias biblicas han ido a parar al cuarto trastero del olvido.
Sin embargo, la gente no ha cambiado en absoluto porque se sigue creyendo en ideologias políticas que son tan utópicas y tan absurdas como las viejas fábulas de otros tiempos.
Por otra parte en el mundo hay muchísima gente que sigue leyendo como una guía espiritual los pasajes de la Biblia. ¿Están todos equivocados? ¿Somos los escpeticos quienes estamos en posesión de la verdad? Esto me parece una postura de pura vanidad. Decir frívolamente: "¡Ah, yo no creo en nada!" es lo mismo que expresar que uno no cree en sí mismo, porque aunque estas fábulas del pasado son inverosímiles y no podemos tomarlas al pie de la letra forman parte de nuestra cultura occidental, y por eso hay que tomarlas con cierta consideración.
FRANCESC MIRALLES
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