Es hora de volver a nacer. Elías se pone en la cola. Desde la ventanilla le piden sus credenciales. Elías contenta;
--Me ha tocado volver, en una familia pobre. Donde conviviré, con 5 miembros. Seremos 3 hermanos y los progenitores.
--- ¿Destino?
---Cádiz.
---Pasa. Suerte
Elías vuelve a ponerse en la cola. Esta vez en una con destino diferente. Es el último paso para su nueva experiencia. Mientras espera su turno para volver a nacer, medita sobre su nuevo nacimiento y la experiencia tocada.
Sé siente un poco dolorido, pues él hubiera deseado nacer en una familia un poco mas asentada en el estatus social. ¡Sabe!, que si supera esta estancia con notaria, cambiara su bienestar a su llegada.
Sabe que le espera afrontar un gran problema, sobre todo en su día a día, mientras llega a la edad de adulto y poder depender de el mismo. No sabe cómo será su vuelta, ni como regresara. Tan solo tiene conocimiento de acciones y situaciones en peligro de decaer, en el intento de superarse.
Tiene miedo, mucho. Sabe que si no saca todo con una aceptación de validez para beneficio de su enseñanza, tendrá que volver a nacer y intentar superarse como inteligencia, como ser y como persona.
Elías siente que dice el encargado que custodia el paso, entre la luz y el nacimiento;
--- Por favor, que se preparen los 10 siguientes. Las madres se encuentran apunto del umbral.
En ese momento Elías ve de lejos como una joven se dirige al hospital. Se fija que no va sola. Le acompaña un hombre demacrado, con muy mala presencia, sucio y con el cuerpo lleno de dibujos. De pronto escucha unos chillidos, mientras algo tira del, hacia abajo.
Es un cordón trasparente, muy largo. Va unido a él, mediante una fibra energética, la cual es irrompible. A no ser que el nacimiento fuera interferido y no llegara a sus términos. Entonces el hilo desaparece como por arte de magia. Teniendo que volver a esperar otra vez, que le tocara su turno para un nuevo nacimiento.
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