La madre dándose cuenta donde se había ido a vivir su hijo y las consecuencias que eso le traería. Fue a la camisería denunciando que había abandonado el domicilio familiar, siendo menor y omitiendo el hecho que ella lo había echado como tantas, tantas veces tenia costumbre de hacer.
En ese tiempo Elías estaba teniendo un seguimiento por menores ( los servicios sociales). La madre temía que le quitaran la ayuda que recibía por los niños y la separaran de su hija Josefa, la más pequeña. No teniendo más remedio que denunciar a su hijo por escaparse. De este modo, la policía, lo devolverían sin ser ella la perjudicada.
Elías tenía un grupo de amigos de la misma edad. Entre ellos había una chica, unos meses mayor que él. Empezaron a salir. Al principio todo parecía que estaba por buen camino. Pero Elba que así se llamaba la muchacha, empezó a traerle más problemas.
Esta joven con tan solo 14 años, ya se acostaba con todo lo que a ella le apetecía. No le importaba si eran gitanos, payos, extranjeros o simplemente casados. En más de una ocasión Elba le causo conflictos de grandes dimensiones entre hombres o incluso traficantes. Incluso llegando a recibir alguna paliza que otra.
Siendo Elías cociente de lo delicada que podía ser Elba en ciertas situaciones decidió dejar pasar la situación, dejar que el tiempo decidiera si llegaría a cuajar el romance con Elba. Pero era una pareja, donde el recibía el cariño y la atención que nunca había sentido en su corta vida.
Sentía, que alguien se preocupaba por él. Vivía el hecho que otra persona lo quisiera y deseara estar en su compañía. A veces en un rincón de una calle cualquiera lloraba, deseando un beso de su madre. Soñaba que se encontraba enfermo y su madre lo cuidaba y le daba de comer. Recordaba en silencio como de pequeño veía otras madres acompañar a sus hijos al colegio. Cuando un compañero le preguntaba recordaba que le decía;
---Mi madre es aquella que esta andando para coger el autobús para ir a trabajar, mírala como corre,( señalando a alguien que en ese momento corría) llega tarde por traerme a mí. Mi madre me quiere mucho. Lloraba y con los puños de la manga se secaba las lagrimas.
En más de una ocasión, Elías se puso a dormí en la calle, deseando que ocurriera algo y no volviera a despertarse más. Así poder escapar del fatídico destino que le había tocado vivir. A veces si había pensado hacer algo y acabar con todo. Pero dentro del, siempre escuchaba palabras de consuelo, había una voz que le repetía;
--Espera, ten paciencia, aguanta, no cedas.
A la edad de 16 años, la madre se hecho un nuevo novio. Dejando el domicilio familiar, a cargo de su hermano mayor Roberto. La madre recogio sus pertenencias y se fue a vivir a casa de su nueva pareja.
Roberto que por entonces tenía 20 años, se encontraba teniendo una relación de pareja con una chica, un año mayor que el. En ese preciso momento no se le ocurrió otra cosa que echar Elías otra vez a la calle y llevarse a su novia a vivir con él. Quedándose también al cuidado de su hermana Josefa, que en ese momento contaba con tan solo 11 años.
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