Mientras se comían el pan duro, la niña lloraba, pensaba en su padre, en su madre y en su abuelita. Miro al gatito que se estaba comiendo las migas del pan, con un ímpetu insaciable. Se acerco y acariciándolo mientras comía le decía;
--Odio al presidente del país que nos ha invadido. Maldigo sus raíces y toda su familia. Ojala lo tuviera delante de mí, en este momento, le preguntaría;
: ¿Ha merecido la pena acosarnos, maltratarnos, odiarnos siendo tus vecinos?
: ¿Eres feliz, manchado de sangre?
: ¿Te sientes satisfecho con todo lo que has conseguido en la vida o aspiras, a despojar mas propiedades ajenas?
El gatito mientras la niña hablaba, la escuchaba muy atento. Por su mente iba contestando todas las preguntas que la niña hacia. Pero cuando escucho preguntando si era feliz;
: Se dio cuenta que no;
: Sí, era más rico.
: Sí, se sentía más poderoso.
: Sí, sentía que el mundo le temía.
: Pero todo eso, no llenaba un rinconcillo en lo más profundo de su ser.
:Tenía familia, pero sentía que lo obedecían, más que respeto, notaba que era por temor. Les trasmitían y las sensaciones que le llegaba a lo más profundo de su alma, era miedo y distancia hacia él, tanto amistades, como familia.
Cuando termino de hablar la niña, el gatito se levanto, sentándose encima de sus piernas, empezando a pasarle el morro por la panza de su nueva amiga. Sintiendo una fuerza desconocida para él. Era como si una energía los envolvieran a los dos, en una gran esfera llena de luz.
Empezando el gatito a hacer unos sonidos desconocidos para él. Era como si gruñera, como si roncara, como si estuviera hablándole por primera vez a la niña y ella lo entendiera trasmitido por el roce de sus cuerpos.
Al mismo instante se empezó a escuchar otra vez el sonido, un pitido aterrador, avisando de que estaban volviendo otra vez a atacar la ciudad. De pronto, empiezan a entrar personas en las ruinas donde se escondían ellos. Entre esa gente se encontraba el hombre que mato a su abuela. Percatándose de que tanto la niña como el gatito estaban allí.
El hombre los vio, se acerco a la niña y forcejando entre los dos, para quitarle el gato la tiro al suelo, dándose en la cabeza y empezando a sangrar. La niña como pudo se levanto y empezó a tirarle piedras y todo lo que encontraba a su lado, para que no buscara al gatito que en ese preciso instante salió corriendo a esconderse.
Viendo el gatito como sangraba la niña, empezó a pedir a esa voz potente que lo había puesto en esa situación, que la salvara, que la ayudara. Viendo que no respondía pidió;
--Ponme en su lugar, mi vida a cambio de la de ella. Empezando a gritar. Ayudalaaaaaaaaa, escúchame te lo pido. Cuando de pronto, escucha;
--Señor, señor, despierte, está teniendo una pesadilla.
Cuando abrió los ojos, estaba todo sudoso, exhausto, con lágrimas. Se miro las manos porque una le dolía. Vio que tenía una mano con una herida. Enseguida se dio cuenta que era la mano que siendo gatito, ocupaba el lugar de la patita dañada. Enseguida, pidió un periódico y vio la fecha. No daba crédito a lo que veía, se levanto y salió corriendo.
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