EL INTERCAMBIO (1-6 FINAL)

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Corría, corría, tan  fuerte  y  tan  rápido, que  ni  los  guardaespaldas  pudieron  alcanzarlo. Pero  en  ese  momento  no  sentía  miedo, solo  veía  la  fecha  del  periódico  y  que  tenía  dos  días  para  averiguar  si  la  niña  existía  y  si  era  así, salvarla. Todo  lo  demás, carecía  de  importancia  para  él. En  su  mente, no  había  espacio  para  mas  preocupaciones, solo  tenía  el  gato  y  la  niña.

 Su  despacho  se  encontraba  en  un  recinto a  las  afueras  de  la  capital. Dentro  de  la  propiedad, en  un  sitio  oculto, tenía  una  pista  de  aterrizaje. Donde  había  una  avioneta  que  solo  la  pilotaba  él  y  un  helicóptero  de  combate, camuflado. Cuando  alguien  lo  veía, daba  a  entender  que  era  de  una  persona  de  negocios. Cuando  en  realidad,  tenía  desde  una  metralleta, hasta  un  arma, echa  expresamente  para  él. Todo  el  armamento  incluido  en  el  aparato, fue  diseñado  y  inventado,  por  el  mismo.

Nadie  conocía  ningún  dispositivo  adaptado  al  helicóptero. Pues  después  de  terminar  su  fabricación  y  ponerle  todo  lo  que  el  mismo  diseño, mato  el  mismo  a  todos  los  que  trabajaron  en  el  aparato. Nadie  en  el  mundo  sabía  todo  lo  que  ese  aparato  podía  hacer  realmente.

Salió  a  la  pista, dirigiéndose  directamente  al  helicóptero, se  subió  y  como  alma  que  se  lleva  el  viento, desapareció  entre  las  nubes  y  los  edificios. Dirigiéndose  al  frente. Donde  estaba  un  gran  amigo  suyo, de  una  gran  confianza  entre  los  dos. Mientras  volaba, lo  llamo, quedando  con  él  y  dos  soldados  en  un  punto  estratégico, en  la  frontera  entre  los  dos  países. Cuando  llego, le  esperaba  un  vehículo, ropa  para  pasar  desapercibido  y  un  soldado  para  que  fuera  su  guardaespaldas.

Los  dos  se  dirigieron  al  sitio  que  el  recordaba, tardaron  un  día  entero, comiendo  mientras  conducían  sin  parar. Al  llegar  a  un  punto  clave, tuvieron  que  esconder  el  vehículo  con  hojas, hiervas  y  en  una  zona  de  mucho  arboles, donde  era  difícil  acceso,  dar  con  él.

Todavía  les  quedaba, como  medio  día  andando. A  lo  lejos, se  divisaba, una  ciudad  desaparecida  en  escombros. Conforme  se  iba  adentrando  se  iba  viendo, coches  quemados,  personas   muertas  por  las  calles, de  vez  en  cuando  se  escuchaban, como  explotaba  alguna  que  otra  mina, cuando  las  personas  corrían  o  los  niños  jugaban.

Se  percato  de  un  letrero, miro  y  a  unos  metros  había  un  edificio, donde  todavía  se  podía  visualizar  a  lo  lejos  personas  rebuscando  entre  los  enseres  que  quedaban  en  lo  poco  del  inmueble  en  pie. Mas  unos  pasos  adelante, un  pequeño  puente, que  todavía  se  mantenía  de  pie.

Enseguida  noto, que  ese  era  el  edificio, precisamente  por  el  puente, que  fue  donde  la  abuela  lo  agarro, acercándoselo  hacia  su  pecho. Corrió  y  al  llegar  no  pudo  aguantar  las  lágrimas.  La  niña  estaba  muerta  en  la  entrada  y  adentro  se  encontraba  el  hombre  que  lo  perseguía, acompañado  de  dos  niños. Que  en  ese  momento, se  veían  muy  felices  comiendo  carne.

 Empezó  a  llorar  como  nunca  antes  lo  había  hecho. Deseo  estar  muerto, deseo  que  no  hubiera  sido  verdad  el  sueño. Su  vida  en  segundos  fue  pasando  por  su  mente, maldiciendo  su  nacimiento, sus  raíces  y  su  niñez. Cayó  en  seco  de  rodillas  en  el  suelo  pidiendo  perdón. Pero  en  su  mente  mientras  vivió, nunca  pudo  olvidar  a  la  abuela, la  niña  y  el  gato.

 

                                  FIN

 


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