PRISIONERA DE UN MISMO DESTINO (1-1)

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Se  llamaba  Eun-ji,  nació  en  el  año 1,850, a  las  afueras  de  un  pequeño  pueblo  de  Corea, cuando  todavía las dos  coreas  eran  una. Donde  convivían, comerciantes  y  pequeños  agricultores  con  reducidas  parcelas  de  siembra.

 Era  una  joven  de  pelo  largo  castaño, ojos  verdes  azulados, de  unos  25  años, estatura 1,70, muy  educada, siempre  solía  ser  muy  simpática  y  respetuosa, con  sus  mayores.

Venia  de  una  familia  de  clase  mediana, Su  padre tenía  un  terreno, donde  se  ganaba  la  vida  plantando  verduras  y  un  poco  de  fruta, para  después  venderlo  todo, en  un  mercado  de  la  plaza  del  pueblo  cercano.

Era  una  muchacha  muy  bonita, por  donde  pasara, siempre  se  notaba  su  presencia. A  todo  el  mundo  le  caía  bien. Un  día  hubo  un  gran  chaparrón  y  su  padre  perdió  la  mayor  parte  de  la  siembra, casi  toda  la  fruta  y  tres  partes  de  la  verdura. Solo  se  pudo  salvar  lo  que  ya  había  recogido  y  era  bien  poco, por  no  decir  casi  nada.

En  el  pueblo  vivía  un  usurero  llamado  Minjoon  de unos  30  años, que  solía  prestar  dinero  a  los  necesitados  en  ese  momento, casi  siempre, por  desgracias   causadas, por  sequia  o  lluvias  y  acompañadas  de  grandes  pérdidas.

Cada  vez  que  solicitaban  un  préstamo, tenían  que  dar  enseña como  depósito,  algo  de  valor,  por  si  no  podían  devolver  el  pago   emprestado.

En  aquellos  tiempos, si  no  les  quedaban  nada, ponían  a  sus  hijas  como  fiadoras  de  la  deuda. Si  por  cualquier  motivo  no  conseguían  el  dinero, el prestamista  se  llevaba  a  su  hija, poniéndola  de  sirvienta   en  su  domicilio, negocios  o  simplemente, en  un  prostíbulo. Ya  que  tenía  tiendas, campos  de  siembra,  un  hotel  y  negocios  para  la  satisfacción  del  hombre. Por  aquellos  días  eran   llamadas  Gisaeng  o  también  Kisaeng  dedicadas  solo  al  entretenimiento. Obteniendo  de  esta  forma, mano  gratis, y  al  mismo  tiempo  recibir  algún  beneficio.  Enriqueciéndose  más  a  costa  de  las  miserias  de  sus  deudores.

Minjoon, se  había  enamorado  de Eun-ji. Hacía  mucho  tiempo  que  sentía  sentimientos  por  ella. Desde  que  su  padre  llevaba  el  negocio  y  el  estudiaba. Todo  empezó, cuando  tenía  10  años.


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