Un sonido acompasado

Al compás de la música más o menos arrítmico nace un sonido, es travieso, incluso con miedo se atreve simplemente a vibrar. A ser uno con la pulsación. No lo sabe aún... y le da miedo. ¿Será ruido o música? Algunos dirán que esta compleja decisión depende... del público, e incluso más de este vibración virgen que explora la vida ante cada nuevo tañido. Ante los pliegues del silencio, ahora roto, avanza nuestro sonidito en busca de un eco, que tal vez, atrape su infinita finitud en el silencio, aquel que olvida todo, incluso las melodías de un reciente parto, incluso las lágrimas de la vida y la muerte.