Primer trío MHM 4 Final

Qué delicia era ver a mi esposa Victoria con su cabeza metida entre las piernas de Paty y oliendo y chupando su pusa, y a mi ex amante también enterrando su lengua hasta el fondo del coño de mi mujer. Se oía su fuerte respiración y sus gemidos de placer. Era la primera vez que mi esposa cogía con otra mujer, pero no lo parecía. Victoria estaba tan caliente y desinhibida que parecía que siempre había sido lesbiana. Su boca, su lengua, sus manos no se estaban quietas y lamía y olía y sobaba todo el cuerpo de Paty. Y por supuesto que Patricia tampoco estaba pasiva (ella ya tenía mucha más experiencia porque seguía cogiendo con algunas de sus amigas, tal y como nos lo contó con todos los detalles). Y el primer orgasmo de las dos no se hizo esperar, casi al mismo tiempo las dos empezaron a gemir muy fuerte y a mover sus caderas y trataban de que la lengua y la boca de la otra se movieran más rápido y más profundo. Y cuando sus orgasmos terminaron, no dejaron de chuparse y de acariciarse. Y tuvieron otro, y otro más.

Después de venirse 3 veces en ese maravilloso 69, se acostaron la una al lado de la otra y se besaron con mucho sentimiento. Algo lindo había nacido entre ellas. Yo estaba hirviendo y con la verga durísima y goteando litros de precum. Me acosté casi encima de ellas y alternaba entre sus bocas; besaba a una y luego a la otra y en sus labios y lengua y saliva sentía claramente el sabor de sus coños. Era un sabor y un olor muy parecido, pero al mismo tiempo muy diferente... yo podía diferenciar entre el olor y el sabor de la pusa de mi esposa y la de mi ex novia. Ambos eran fuertes, salados, profundos, apestosos a mujer puta y caliente. Era maravilloso... porque también era mi primera vez cogiendo al mismo tiempo con dos mujeres. Era la fantasía de la mayoría de hombres, hecha realidad.

Después de morrearlas un rato no aguanté más... y me puse a un lado de Patricia, en su espalda y le metí la verga en la pusa por atrás. Esa posición de cucharita es la que más me ha gustado siempre y yo sabía que tanto a Victoria como a Paty les encantaba. Así no sólo podía meter y sacar mi verga de la pusa, sino agarrar sus tetas y sus nalgas y el pelo de sus pusas peludas. Victoria se puso a ver muy de cerca cómo entraba y salía mi verga de esa pusa "ajena" y disfrutar de verme a mí, su esposo, coger con otra mujer y frente a sus ojos. Victoria sentía la misma excitación y placer y felicidad que yo sentí cuando Gustavo se la cogió a ella. Ahora sí, al fin, ya teníamos un trío con un hombre y con una mujer... ya sabíamos que éramos swingers... y la graduación sabíamos que sería cuando hiciéramos nuestro primer intercambio de esposas, en la misma cama todos.

En realidad, yo estaba tan caliente que no pude aguantar mucho y después de meterle la verga por unos minutos a Paty, me empecé a venir... y después de tantos años sin vernos, mi semen estaba de nuevo dentro de su útero. Cuando le saqué la verguita aguada, Victoria se tiró inmediatamente a mamarle la pusa. Y gemía sacando mi semen del coño de Paty, al igual que yo gocé mamando el semen que Gustavo le metió en la pusa y en el culo a mi esposa. Victoria también le metió un par de dedos entre la vagina y uno dentro del culo. Paty tuvo un orgasmo con mi verga adentro, pero yo la conocía y sabía que no había sido tan intenso (quizá porque recién había tenido tres con la mamada que le dio mi esposa) ... así que cuando Victoria la mamó para sacar mi semen, Paty tuvo otro orgasmo enorme y temblaba y gritaba de placer... y se movía tanto que era muy difícil para mi mujer mantener su cabeza entre sus piernas y chuparle la pusa y morderle el clítoris.

Como los tres teníamos ganas de orinar, fuimos al baño... y ya habíamos platicado de todo lo que nos gusta así que ya sabíamos que haríamos una deliciosa lluvia dorada, y así fue. Victoria y Paty se orinaron al mismo tiempo (yo estaba decidido a que Victoria hiciera todo lo que quisiera y así quedara enamorada de este tipo de vida sexual, y yo mantenerme en segundo plano. Total, en el pasado yo había gozado por mucho tiempo del cuerpo de Paty... y ya habría tiempo para yo siguiera cogiendo con ella). Las dos se quedaron tiradas en el piso de la ducha y entonces fui yo quien las orinó a las dos al mismo tiempo. Me acosté al lado de ellas y empezamos a restregar nuestros cuerpos mojados en orina. Fue delicioso. El olor y el sabor. Y los tres nos chupábamos casi al mismo tiempo los cuerpos. Era una orgía completa entre los tres. Sin tabúes ni inhibiciones de ninguna clase.

Regresamos a nuestra cama (sin secarnos ni limpiarnos los cuerpos mojados en orina) y nos besamos y acariciamos con mucho amor, porque en realidad así se sentía (Por supuesto que con Gustavo también hubo muchos sentimientos lindos por parte de todos, pero no como sentíamos con Patricia. Era como que si de verdad fuéramos un trío... juntos... iguales. Y así nació una amistad linda, incluso hay temporadas en que Patricia vive con nosotros por un tiempo, o viajamos juntos como un trío.

Seguimos platicando mucho y compartiendo todo lo que pensábamos y sentíamos. Y por supuesto que nos volvimos a calentar. Yo volví a penetrar varias veces a las dos, por la pusa y por el culo, y me mamaron la verga las dos al mismo tiempo y cuando yo le metía la verga a una, la otra nos mamaba. Ellas tuvieron muchísimos orgasmos; en 69, tijeras, con sus dedos y con los dildos que tenemos. Y llegó el momento en que yo agoté el tanque de mi semen, así que al final sólo usaba mis dedos, los dildos y mi lengua. Hubo sexo vaginal, oral y anal de todos contra todos. Y como a las 2 am nos quedamos dormidos, juntos, en la misma cama. Yo en medio de las dos. Y al día siguiente repetimos todo. Paty se quedó todo el fin de semen y hubo sexo y más sexo. Habíamos conocido la felicidad completa.