Esa frase

Esa frase que tal vez no escriba nunca… es seguramente la más importante. Aquella que me obliga a sentarme hambriento de letras. Salir a su encuentro entre líneas traviesas.

A veces los párrafos difusos son los más cargados de claridad, son aquellos que encuentran su camino mientras desbrozan los matojos de mi mente.

¿Esa palabra saldrá a mi búsqueda? ¿será invocada por el silencio?¿la reclamará la nada ante mi todo? Sinceramente no lo sé… y cada vez me importa menos, pues forma parte de su hechizo. De la gracia de encontrar 5 minutos en un banco mientras espero… a no sé exactamente qué.

Quizás esa frase ya haya sido escrita entre estos párrafos, formulada en pleno éxito y sin yo saberlo; como otras tantas cosas de la vida en una infinita lista, pero… no puedo saber la respuesta, la buscaré y la buscaré entre escritos.

A veces lo primordial se esconde entre lo que ya tenemos, caprichosos e ignorantes nos hundimos entre los derroteros de lo que nos falta conseguir. Por buscar.

No tengo del todo claro si es azar, deseo o simplemente falta de comunicación entre la palabra y mis intentos de escribir, pero esa palabra viaja entre arrebatos de creatividad. Diluida entre momentos propicios, que tarde o temprano se escabullen entre la realidad y sus recurrentes excusas. Todas quedan camufladas entre lo acontecido y la palabra, como esa frase.

Sigo escribiendo… por el bien de mantener este juego indescriptible con la palabra. A pesar de los claroscuros, y no saber si estoy abrazando una trampa sofisticada o simplemente la vida que quiero. Sea lo que sea, yo seguiré… escribiendo así. Todo por esa frase.

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