Primer intercambio de esposas Parte 3

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La escena debió ser maravillosa y yo sólo me la pude imaginar cuando mi esposa Victoria me contó todo lo que pasó. Victoria parada frente a Sandra, con la falda casi en su cintura, su calzón hacia un lado y mostrando sus pelos rubios y su pusa rosada y empapada... y el dildo de Sandra entrando y saliendo, haciendo ruido líquido y esparciendo el olor a puta que produce mi mujer. Victoria se pajeaba y Sandra no quitaba sus ojos de la pusa de mi mujer, y tenía la boca abierta y se oía su respiración muy fuerte. Sandra estaba hirviendo con lo que hacía mi esposa, así que poco a poco acercó una mano a las piernas de Victoria y la empezó a acariciar mientras miraba fijamente a mi mujer y esta le devolvía la mirada (Se notaba en sus ojos que las dos estaban muy excitadas y tenían caras de putas con ganas de coger). Y mientras que acariciaba la suave piel de los muslos de mi esposa, Sandra se agarró con la otra mano un pecho y se lo empezó a estrujar y se notaba que pellizcaba muy duro su pezón.

Victoria se acercó aún más a Sandra y casi que le tenía su pusa a unos 10 centímetros de la cara y boca/nariz de Sandra... y se metía y sacaba el dildo aún más fuerte... y en un momento mi esposa se lo sacó de la pusa y lo acercó a Sandra y ella olió esa deliciosa peste vaginal... y sacando la lengua, Sandra la pasó por el dildo, probando así por primera vez el jugo sexual de mi mujer. Victoria le metía y sacaba el dildo de la boca y parecía que Sandra estaba mamando una verga. Victoria agarró con una mano la que Sandra tenía acariciando sus piernas... y la llevó directamente a su pusa. Victoria gimió cuando sintió los dedos de Sandra empezar a sobar y a jalar y a pellizcar sus labios vaginales y su clítoris (que estaba enorme) y casi pegó un grito y un salto cuando Sandra le metió de un solo dos dedos... y los revolvía en el útero de mi mujer y trataba de llegar al fondo, para después empezar a meter y sacarlos como follando el coño de mi esposa.

Mientras Sandra la pajeaba, Victoria se agachó lo suficiente para poner sus labios sobre los de Sandra y así se empezaron a besar y a llenarse las bocas y las lenguas con su saliva. Y Victoria llevó sus manos a las tetas de Sandra y las sintió muy grandes y gordas (mucho más que las tetas de Paty o de Alicia... y eso le encantó) y los pezones enormes y duros... Tampoco Paty o Alicia los tenían así... y Victoria estaba en la gloria, sintiendo la paja de los dedos de Sandra y al mismo tiempo sus labios y saliva, y sus tetas y pezones. El juego había empezado muy bien. Era el preludio de todo lo que pasaría después, no sólo entre ellas y en esa ocasión sino también en el futuro inmediato cuando hicimos nuestro primer intercambio con Sandra y Miguel... en el mismo cuarto... en la misma cama... en nuestra casa.

Por supuesto que de la sala pasaron a la cama. Las dos besándose y metiéndose mano se fueron desnudando en el camino al cuarto de Sandra y Miguel... y Victoria quedó inmediatamente enamorada de las tetas de Sandra. Grandes, gordas, muy firmes y muy morenas... y los pezones prácticamente negros. Y sus piernas eran de piel muy suave pero musculosas por el ejercicio que hacía, y en el pubis una mata enorme de pelos negros y gruesos... y el olor de la pusa de Sandra ya se sentía en el aire, mezclándose con el de mi mujer. Ya en la cama, se besaron y se chuparon todo el cuerpo. Las dos parecía que competían por ver quién tocaba más piel, metía más los dedos o lamía todo el cuerpo. Cuando Victoria separó las piernas de Sandra y le apartó un poco el pelo público pudo ver unos labios muy grandes, carnosos, casi negros y su clítoris era bastante grande y rosado... y por dentro, la pusa de Sandra era muy roja y empapada de su líquido. Las nalgas grandes, gordas, llenas de poros y una pelusa negra... y si las nalgas eran muy morenas (como el resto de su cuerpo) su culo era negro, arrugado, apretado y rodeado de pelos negros y largos. Una delicia de mujer. Con mejor sabor y aroma sexual que Paty o Alicia... era una mujer tan diferente físicamente, que fue como una experiencia nueva para mi esposa. Y cuando Victoria besó, olió, mamó y chupó los pechos y pezones de Sandra y su pusa y su culo, quedó enamorada de ser bisexual y gozar tanto del sexo con hombres como con mujeres.

Por casi tres horas hicieron de todo. Se metieron los dedos, se chuparon las pusas y los culos, se pajearon con los dedos y con los dildos, tijeras y 69´s se combinaban y tuvieron las dos muchos orgasmos, tantos que perdieron la cuenta. Cuando al fin quedaron tiradas en la cama, desnudas, apestosas a sexo y a sudor y la pasión les bajó un poco, platicaron de todo lo que habían hecho y se empezaron a contar todo lo que hacíamos. Del sexo con otras personas. Victoria le contó a Sandra de los tríos con Gustavo, Patricia y Alicia; y Sandra contó de un par de parejas con las que habían intercambiado y de los hombres que ella se cogía sin Miguel, y de las mujeres que él se cogía sin ella. Se enseñaron muchas fotos sexuales y así Sandra me vio desnudo por primera vez y dijo que le encantaba mi verga, que era de tamaño normal pero perfecto y que sería un gran cambio porque ella sólo había tenido vergas morenas y con prepucio, así que tener una circuncidada y rosada sería nuevo para ella... y lo mismo le dijo Victoria a Sandra, porque Miguel tenía la verga sin circuncidar, un pellejito muy largo y negro, y la verga morena y un poco más larga que la mía, pero del mismo grueso. Y otra diferencia era que yo tengo la verga torcida a la izquierda mientras Miguel la tiene recta. Él es casi lampiño y yo tengo mucho pelo en el cuerpo. El moreno y yo de piel clara. Total, que estaban fascinadas por lo que pronto pasaría... y acordaron que al día siguiente (viernes) ellos llegarían a nuestra casa a "cenar" y que por supuesto que intercambiaríamos con ellos.

Victoria le contó a Sandra que yo tenía gustos y un poco de experiencia bisexual, y Sandra le dijo que Miguel también tenía gusto por tocar y mamar las vergas de los hombres que se la habían cogido y chupar el semen que le echaban en la pusa. Así que no habría problema con eso. Seguro sería un intercambio muy "interesante" y delicioso.

Victoria regresó a nuestra casa y me contó todo hasta con los detalles más pequeños... Follamos como locos esa noche...

Continuará…


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