La esperanza de uno, es la vida de otro (1-4)
Por Merced 54
Enviado el 28/09/2023, clasificado en Varios / otros
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Sentía un respeto mutuo entre ellos y nunca vio a la mujer acachar la cabeza cuando su marido le hablaba, como tenia costumbre hacerlo su madre.
Estaba aprendiendo el respeto y la convivencia entre el hombre y una mujer. Estaba educándose a sus 40 años, como tratar a una mujer. Y Eso le estaba empezando a gustar y a añorarlo.
Un día José y Luisa que así se llamaban los dueños, se les acercaron pidiéndole que los acercaran al aeropuerto. Pues su nieta regresaba de hacer voluntariado en unas colonias para niños sin hogar. Paul acepto. Por el camino José y Luisa le conto la historia de su nieta;
--Mi hija se quedo embarazada sin decirnos nunca quien era el padre. Solo nos dijo que se querían mucho, pero un día regreso del cine llorando. Diciéndonos que se separaron y que estaba embarazada. Nunca pudo ponerse en contacto con él. El la abandono dejándola sola. Con tan mala suerte, que perdió la vida en el parto. Su nacimiento, quiero decir el de mi nieta (hablaba la abuela con lagrimas en los ojos) venia con problemas. Tenía más de la mitad de posibilidades que no pudiera sobrevivir. (En ese momento Luisa no podía seguir hablando, José la abrazo, cogiendo el relevo de la historia). Solo le dijimos al doctor, que intentara salvar a las dos, pero que si veía que no podía, que salvara la que en ese momento tuviera más posibilidades de sobrevivir. Fue muy duro soportar la perdida de nuestra hija Julia, pero decidimos criar a nuestra nieta Eva dentro de una familia , dándole el amor que nunca podría darle sus padres. Decidimos educarla dentro de unos valores de respeto, soliradidad, tolerancia y sobre todo con humildad. Nuestra nieta es el regalo y la vida que Dios nos dio a cambio de la vida de nuestra hija. Gracias a ella llegamos a superar este gran vacío y peso que al principio nos consumía. Ahora Eva es nuestra luz y la fuerza para poder seguir viviendo. Decidimos volver a nuestras raíces, para poder enseñarle y mostrarle, donde se crio su madre.
Paul no daba crédito a lo que estaba escuchando. Era su hija, por fin había dado con ella, al tiempo que la pena lo iba consumiendo. El pensar que les arrancaría de su lado a Eva y producirles un gran pesar, el arremetimiento y la culpabilidad lo empezaba a consumir, mientras esperaba en el aeropuerto que bajara del avión Eva, a la vez que José y Luisa le iba contando la historia de su vida, sin saberlo ellos.
--¿y el padre? (pregunto Paul)
--Intentemos localizarlo, preguntando, pero al final todo quedo en un gran fracaso. Hasta hoy.
--A su nieta ¿qué le han dicho referente del padre?
--Pues, que no sabemos, ni tenemos ni una mínima pista de quien es.
--¿Su nieta que dice a todo esto?
--Que cuando llegue el momento, sea adulta y gane dinero, lo buscara y le pedirá que le cuente su parte de la historia, su verdad, su versión. Entonces y solo entonces, dice que decidirá. Porque aunque sea difícil de creer, nosotros sus abuelos, nunca le hemos hablado mal de su padre. Siempre le hemos dado a entender, que es un buen hombre, con unos sentimientos puros, lindo por dentro y que el saber de ella, ya hubiera venido a verla y a darle una explicación. Que no lo juzgara antes de saber la verdad. Mi nieta Eva, estoy seguro Paul que en el fondo respeta y quiere a su padre.
Paul se sentía feliz, pero a la vez triste mientras escuchaba todo. Se dio cuenta que tenía que conocer antes a su hija, verla, tratarla, para saber cómo manejar las circunstancias de lo que estaba viviendo en ese momento . En ese preciso instante se acerca una joven y abraza a su abuela, la besa y la aprieta hacia ella. Después se acerca a su abuelo y lo besa y le pregunta;
--¿Has cuidado estos días bien a mi abuela? Mira ¿qué me enterare, si le as echo enfadar?,( al mismo tiempo que cogía la mano de Luisa y miraba a José)
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