MI INCREIBLE AMIGO OSCAR 1

Me llamo Ricardo Pujol, y soy un psiquiatra que trabajo en un importante hospital de Barcelona donde practico la hipnósis clinica a mis pacientes, ya que este método me parece que es más eficaz y más directo para ahondar en el inconsciente de los mismos que el laborioso psicoanálisis con el fin de sanar sus trastornos mentales.

Mas nunca llegué a imaginarme que en una ocasión compareciese en mi consulta un hombre de mediana edad; alto, bien parecido; en el que se advertía que había recibido una esmerada educación llamado Sergio Vilallonga, el cual venía acompañado por su bella mujer de cabello rubio y de ojos azules para que le tratara de un trauma emocional que le perturbaba considerablemente. Digamos que un trauma emocional es una fuerte impresión que ha sufrido un sujeto en un momento dado de su vida, y que le produce un daño durarero en su inconsciente tras haber vivido un evento sumamente aterrador o angustiane, el cual le ha sobrepasado los mecanismos de afrontamientos mentales. En el caso de mi paciente  él tenía un sueño recurrente en el que se veía nada menos que preso en una cárcel de Inglaterra de la lejana época victoriana.

Por lo que sabemos los de mi profesión, el hecho que una persona sueñe que está encarcelada hace referencia de una manera simbólica - pues los elementos de los sueños suelen ser símbolos que nos hablan de nosotros mismos en relación con el mundo- de que tal vez a causa de una rígida educación recibida en la infancia, el superyo, que es el censor de nuestra mente llega a semejarse a una cárcel.

- Oh, no crea usted. Yo en mi familia nunca me he sentido coaccionado por nadie. Sólo tenía que cumplir con mi obligación con los estudios y respetar a mis superiores. Por lo demás gocé de bastante libertad en mi vida personal - me confesó Sergio cuando le insté a hablar de sus progenitores-. Mi padre, que era un avispado hombre de negocios, allá por los años 60 fue un empresario de éxito de tres tiendas de muebles, y una parte de los beneficios que obtenía con el comercio los invirtió en unos inmuebles en la zona alta de Barcelona, por lo que el capital familiar aumentó considerablemente. Yo estudié Filosofía y Letras, porque soy un entusiasta de las Humanidades. Al principio mi familia se opuso a mi decisión porque consideraba que esta carrera no me aportaría grandes ingresos, pero al fin yo me salí con la mia. Claro que al morir mi padre no tuve más remedio que dedicarme al negocio familiar, y francamente no me puedo quejar; aunque por otra parte sigo leyendo literatura; y también he escrito poesía cuyos trabajos los he presentado a concursos en los que he ganado algunos premios; y asimismo he publicado bastantes de ellos en Internet. Cuando quiera le dejaré leer algunos de mis trabajos.

- Estaré encantado - respondí yo cortesmente- Bien..Si usted me lo permite, lo que vamos a hacer para solucionar su problema, es que primero le voy a practicar el método de la hipnósis para ver el por qué usted sueña tan reiteradamente que está preso en una cárcel; y posteriormente, será necesario que se someta a una psicoterapia para  desarrollar sus recursos de defensas mentales y así afrontar las situaciones etresantes.

Mi paciente estuvo de acuerdo, pero cuando lo sometí a un tercer grado de hipnósis profunda y le apliqué el sistema de regresión; es decir, su mente viajó en el tiempo remontándose a su adolescencia y a su infancia, llegó un punto en que éste traspasó la barrera de la gestación; fue más allá del útero materno, y con una grave voz dijo que era el alma o la energía, como se la quiera llamar, del célebre escritor británico Oscar Wilde que se le conocía por su esupenda novela EL  RETRATO DE DORIAN GREY entre otras obras de éxito, perteneciente al siglo XlX y fallecido nada más empezar el siglo XX. A continuación el supuesto Oscar se condolió de su condición de preso en la celda de aquel ayer, a causa de su condición homosexual, dado que en aquellos años según la ortodoxia oficial la homosexualidad estaba considerada un delito, a propósito de una denuncia que le había hecho el padre de un amigo muy superficial y muy tóxico que le llevó a la ruina tanto moral como económicamente. Así que en su estado de trance él me reveló que en su alma todavía perduraba la huella de su nefasta experiencia carcelaria; era un lastre que tenía, así como tampoco podía soportar el disgusto que sufrió estando él en prisión cuando falleció su querida madre que había sido una excelente escritora, y que por otro lado la ley le retirara la patria potestad de sus hijos a quienes Oscar Wilde como hombre sensible que era, los amaba por encima de todo.

Como es de suponer en un principio no me creí en absoluto que mi paciente fuese la reencarnación de Oscar Wilde. Sé por experiencia que mi paciente llamado Sergio, llevado por su amor a la literatura, sientiese una desmedida admiración por el escritor inglés y expresara que era él; hasta es factible que se identificara con dicho personaje, pero esto no significaba que el alma de Oscar Wilde hubiese reencarnado en el hombre que tenía ante mí.Otra posibilidad era que Sergio, de un modo inconsciente fabulara con la vida de aquel autor.

Lo chocante del asunto fue que Sergio Vilallonga, aunque había leído la novela EL RETRATO DE DORIAN GREY, no se había informado de la historia de su autor. Entonces ¿cómo podía explicar su periodo de reclusión con tanto detalle y tan convincentemente? Era asombroso.

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