HISTORIAS REALES EN 2 MINUTOS: EL REY DE LOS REDUCTORES DE CABEZAS

Ildefonso Graña Cortizo, más conocido como Alfonso Graña, fue un explorador y aventurero nacido en España en 1878. Emigró de joven a Brasil y luego a Perú, donde trabajó en una cauchera, además de buscar oro. Tras la crisis del caucho, en 1922 se internó en lo más profundo de la selva amazónica junto a un amigo. Allí se cruzaron con los jíbaros (o shuar), una tribu de nativos famosos por sus habilidades en la caza.

Los jíbaros, además, son conocidos por su costumbre de reducir las cabezas de sus enemigos mediante un procedimiento de momificación, a las que luego les cosen ojos y boca para evitar que el alma escape, y así conservarlas como trofeo.

La hija del jefe de la tribu quedó fascinada con Alfonso, por lo que le perdonaron la vida, pero su amigo no tuvo la misma suerte.

Alfonso y la jíbara se casaron y tuvieron dos hijos.

El rastro de Graña se perdió por años, hasta que lo reconocieron en un pueblo al que fue a intercambiar mercancías. Tiempo después, las empresas Standard Oil of Ohio y Standard California fueron a explorar el territorio en busca de petróleo, donde se encontraron con una tribu de cinco mil jíbaros. Ellos los llevaron con su rey, con quien pactaron para que se les permitiera el paso. La sorpresa fue que el rey era nada menos que Alfonso Graña.

Autor: FEDERICO RIVOLTA