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Bienvenido a mi morada
sombra o luz
sonido, voz, piel.
Ven y sígueme.
Sírveme y bébeme
ahora que es posible
dormir bajo el amparo de un nuevo techo.
Tengo un espacio limpio
asienta tu canto en él.
II
Hambre de tu piel
tengo hoy
cuando ya nada parece probable.
Tengo sed.
IIIEl hombre vino hasta mi tumba,
reposó
y al caer la noche
resucitó
de entre mi muerte.
IV
Te llevaré plegado
en el espíritu de mis recuerdos
por los siglos de los siglos.
Así sea.
V
Desearía fundirme
en tu mirada profética y sublime
que me lleva al borde de la demencia
pero aún no puedo descifrar
tus fascinantes misterios
tus vagos pecados;
aún no logro acercarme
al abismo de tu desnudez.
tomado de: DEJACIONES
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