¿Cuál era el mensaje, pequeña botella?
¿Qué ayuda pedías
en ese interior de frágil cristal?
Surcaste esperanzas buscando
esas manos que te recogieran;
tormentas, rayos y huracanes
quisieron romper tu secreto
en el mar del olvido
y hundirlo en el fondo,
sellando con ello tu grito
debajo de un polvo salobre
¿Cuál era el mensaje, mi verde botella?
¿Qué dijo la voz solitaria que dictó
en esas entrañas su urgente socorro?
Las olas te ataron a locos vaivenes,
te abatieron escupiendo su espuma,
pretendieron tragarte por siempre
y aguantaste su envite pese a su fiereza
Pequeño continente…
¡guardaste tan celosamente
el alma que encierras!
¿Cuál era el mensaje, mi loca botella?
¿Dónde fue a parar la salobre lágrima
que despidió tu incierto viaje?
Y ahora que vuelves a nos,
que son estas manos
las que hoy te recogen,
descubro por fin cuál fue tu secreto:
que somos el náufrago que rogó socorro
y pasó una vida esperando
esa dicha que nunca llegó
¿O acaso cambiaste el mensaje,
mi vieja botella?
No… Ya sé que no…
Tú nos lo has devuelto
para hacernos ver el tremendo error
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