Se oscurecen los polos de la tierra y la luna, no con el fin del mundo si no con una lagrima sucia carmesí.
El desierto es atormentado y fracturado, entrelaza una sobra negra llena de dolor y sangre.
Anima un pasado ignorado, lamer tu piel distante, seducciones vacías, una historia turbulenta.
Una armonía acosadora, las pupilas carmesí florecen llenas de orgullo y prejuicios.
Se oscurece la esperanza, ensangrentada grita de dolor; inviten a la humanidad para fusionar miradas inmundas.
Promesas traía, pero ahora lloran de dolor, el huracán traspasa la inserción de afecto roñoso y dudé.
La sangre gangrenada come poco a poco esa falsa ilusión, asesinato y penas prohibidas.
La flor destrozada, pero aun así siempre bella.
El tiempo agobiante es un rompecabezas arcano, encuentra el pasado sepultado.
Una sonrisa se silencia, un sentimiento oscuro, desgraciado
Observe el cielo y encontré sonrisas, deseos y miles de ellos fragmentos minúsculos de odio y desesperación.
Mantén toda opacidad tratando de falsificar la vida en la mente desfigurada.
La penetración de la rebelión del dolor, Si el giro del dolor se encuentra al último: odio, sangre cada mañana tendrás a otros, desesperación y lagrimas llenas de odio y oxido.
Una promesa extirpada de esperanza, siempre ensangrentada, grita de dolor
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