Denunciar relato
No importa la densa niebla que impide ver tierra firme y fijar el rumbo,
tú escuchas los rumores de la brisa e intuyes mi pesar,
acercas la caracola a tus hermosos labios,
la haces sonar, puedo seguirte y estoy a salvo.
Dibujas los caminos olvidados hasta donde habita nuestra memoria.
Buscas respuestas siguiendo las huellas perdidas.
Cada día es un nuevo horizonte por alcanzar.
Tu sonrisa es el sol que se descubre entre las nubes.
Tu mirada es la fuerza del viento.
Tu compañía trae la calma de la luna en la noche estrellada.
De mi desarbolada nave haces tú un hermoso velero,
tiendes puentes donde solo había abismo,
escribes, y las palabras son sentimiento.
Ofreces generoso cariño,
guardas y recuerdas momentos
que son, el más preciado tesoro.
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