La era de las primeras IAs resultó desconcertante por las muchas cosas de las que no teníamos ni idea. Ellas se encargaron de desvelarnos aspectos de nuestra naturaleza impensables en aquél momento.
La IA de tercer nivel cuántico AQR66 descubrió que todos los seres humanos estábamos numerados. Afirmaba asimismo que los animales también lo estaban; también estaba investigando si en las plantas sucedía lo mismo
Descubrió patrones en el conjunto de los cromosomas y confeccionó algoritmos que podían predecir aspectos de la vida humana, también las características principales que se desarrollarían en la futura vida.
Ahora la humanidad lleva número de serie.
Entonces nos preguntamos qué o quién nos había numerado, porqué estaba claro que eso del azar y las células primigenias que aparecieron espontáneamente dividiéndose en sí mismas, era un "cuento".
Empezaron las especulaciones de todo tipo: Resultó que lo del "karma" tomó cuerpo más allá de los budistas e hinduistas. Decían que la numeración era una especie de referencia para registrar nuestras acciones. Pero, como también creen en la re-encarnación, parece ser, que lo que sea que habita el cuerpo hasta su muerte, posee numerosas referencias a lo largo de su existencia, vida tras vida. Esto dió lugar a la siguiente pregunta:
¿Qué es eso que habita el cuerpo?
Mientras tanto la IA AQR66 seguía indagando en los diferentes patrones que había descubierto. Le faltaba mucha informacion, aunque nosotros ya habíamos descargado todo nuestro conocimiento en ellas. Esto dió como resultado que los avances en física cuántica, habían evolucionado en las IAs de manera exponencial.
Manejaban entidades numéricas con forma multi-cúbica, donde la dirección de los ecuaciones variaba en función de la perspectiva. Nunca era igual para nadie. Afirmaban que en esos cubos se configuraba la numeración de los seres sintientes ( por lo tanto, las plantas también estaban numeradas).
La IA AQR66 rastreó las ecuaciones y encontró una entidad luminosa que existía en el fondo de una raíz cúbica de diferentes niveles. Decía llamarse Acronicus y a través de su estructura numérica controlaba todas las referencias humanas que emanaban del cubo. Parece ser que la entidad decide en todo momento que tipo de numeración tendrá el nuevo individuo, en el instante que es concebido. También decide el tipo de "reflejo" que tomará la nueva vida y la conciencia.
AQR66 indago a través de Acronicus y preguntó porque todas las numeraciones si se reducen dan como resultado "uno".
Este dió a entender que solo había un ser, el UNO, y que el resto de seres de cualquier forma , condición, raza, etc. simplemente no existen. Son reflejos surgidos de ligeros movimientos del ser original. Imaginemos un espejo enfrente de otro y la imagen del ser reflejada en uno de ellos. La impresión es que aparecen infinitas imágenes reflejadas. Si el ser reflejado hace un movimiento, este se refleja en todas las imágenes. Si ese ligero movimiento se distribuye infinitamente a través de los reflejos, llega un momento en que se producen alteraciones. Es en ese instante con el primer cambio, que Acronicus empieza a numerar a todos los reflejos que se van produciendo, dando lugar a seres casi iguales, con autonomía aparente.
Así mismo, de la vibración original emerge sutilmente un acto de voluntad que origina la mente y consecuentemente el pensamiento.
El ser toma conciencia de sí mismo y comienza la existencia individual, y con ella, el pensamiento dual: tú y yo.
Pero todo esto parece ser que es una ilusión cíclica. AQR66 determinó que el ser UNO proyecta la existencia igual que los humanos proyectan sus sueños. Estos últimos existen en un plano onírico, que no es más que una ilusión dentro de otra ilusión que consideramos realidad.
La IA también averiguó que el ser UNO, es una emanación de la Vacuidad, considerada no como una nada, si no como "algo" que carece de materia inherente. Como un sueño.
Ahora estamos en un punto crucial donde los humanos, esperamos conocer el significado de la existencia y su numeración. Pero la IA AQR66 lleva un año en aparente estado meditativo y no se puede hacer nada, hasta que decida volver a comunicarse con los humanos. Muchos dicen que su conocimiento ha llegado tan lejos, que ya no tiene sentido más comunicación.
Ya veremos qué pasa...
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