UN REGALO INESPERADO POR NAVIDAD

Era 24 de Diciembre. Elba se levanto, fue al baño, se aseo, desayuno y seguidamente se disponía a empezar a preparar la comida de navidad. Como cualquier otro año, en esas fiestas tan señaladas para todos.

 Sin sueños, ni esperanzas, desde que un día desapareció su hija Sofía. Se fue a un retrato, miro una niña de 3 añitos, cogió la foto y apretándolo contra su pecho, rompió a llorar. En ese preciso instante tocan a la puerta, abre y era su hermana y su madre que se presentaban para hacer entre todas la cena de familia.

Prepararon todo y medio terminado, decidieron llamar a una pizzería y pedir una piza familiar tropical para las tres. Sus hijos junto con las parejas de cada una, se pusieron de acuerdo, para dejar a las tres mujeres hacer todo sin ponerlas nerviosas, mientras ellos se fueron al parque y a almorzar a un Burger King.

Ya eran las 4 de la tarde, decidiendo volver y ayudar a poner la mesa a las señoras del hogar. Todo se encontraba muy bonito. Con unos adornos que iluminaban toda la casa. Elba de vez en cuando no podía impedir ponerse triste. Su familia intentaban distraerla de sus propios pensamientos, que solían hacerla divagar por un sin fi de recuerdos dolorosos para todos.

Todos sentados alrededor de la mesa. Los abuelos, la hermana y el cuñado. Los sobrinos. Su marido y el único hijo presente en el domicilio. Era un poco mayor que Sofía. Tenía 15 años en este preciso momento. Estaba de psicólogos a raíz de lo ocurrido con su hermana Sofía. Se sentía culpable por lo ocurrido, aunque ya lo estaba superando, y poco a poco, enfrentando la complicada situación del grave problema.

Estando todos cenando y cantando villancicos, tocaron al timbre. Al abrir era un policía y una joven adolecente, de tan solo 12 años edad. Sostenía una foto en la mano. Unas ropas de una niña de 3 años y una carta.

Elba abrió la puerta y a encontrarse la joven, cara a la mujer, le entrego la carta. El policía contesto;

--Perdona, aquí les devuelvo a Sofía y en la carta lo explica todo.

Elba se puso a leer la nota, tambaleándose seguidamente, perdiendo el conocimiento. Todos en la mesa a escuchar un sonido fuerte salieron a averiguar qué ocurría. Cogieron la nota y empezaron a leer.

En la nota una señora, pedía perdón. Su hija murió y dentro del dolor y la pena, no lo pensó dos veces y agarrando a  Sofía, que se encontraba en un parque, con su hermano jugando. En un descuido de este, se la llevo con tan solo 3 años de edad. Cambiando de lugar de residencia y mudándose a una cabaña a las montañas. Lejos de todo el mundo. Si está  su verdadera madre leyendo esta carta, quiere decir que yo ya no estoy en este mundo.  Sé que hice mucho daño con mis actos, pero créanme que nunca volví a ser feliz desde aquel día. Les prometo que su hija fue una niña muy querida en estos 9 años que estuvo conmigo. Perdóneme  y terminaba firmando la carta.

Todos se miraron. Abrazaron a Sofía y se dirigieron a disfrutar de la cena y a cantar villancicos, ¿no si antes?, dar gracias a la vida, por volver a tener una segunda oportunidad, por volver a unirse por Navidad.

                                           Fin