Absalón en ese momento, se encontraba luchando de mercenario, en un conflicto en Asia. Exactamente, en el pacifico, a bordo de un navío de guerra, camino a tierra firme y empezar una batalla, entre dos países asiáticos. De pronto sintió una tempestad, galopante, fuera de lo común. Unas olas gigantes, enormes. Un viento fuera de lo corriente, con una fuerza, enorme.
Como si el mar y sus habitantes marinos, quisieran escabullirse. Todos nerviosos, intentando pasar desapercibidos entre las olas. Buscando algo donde esconderse, presintiendo lo que estaba a punto de ocurrir. Cuando de pronto, como si algo o alguien se desquitaran, con los mares y todo lo que se encontrara dentro de sus dominios. Huracanes, remolinos, truenos, relámpagos se encontraban fuera de sí.
Absalón supo enseguida que la gran mano Divina, el todo Poderoso o también llamada, la Fuente, había dado con él. Un miedo, junto con la incertidumbre de cuál sería su futuro, a partí de ahora, se lo estaba comiendo por dentro. Pensó; ¿en qué momento había bajado la guardia?, ¿Como pudo localizarlo?, cuando algo punzante le atravesó el Alma, cayendo del barco y perdiendo el conocimiento, dentro de los mares. En el mismo momento que se escuchaba;
--¿Si tanto deseas vivir entre ellos?, en humano te convertirás. Sufrirás, padecerás, enfermaras y morirás como los seres del planeta. Hasta que reconozcas tus errores, aprendas de ellos. Con humildad y con Amor a todo lo que te rodea. Siendo consciente de todo, con tu memoria y recuerdos intactos, pero con tus poderes sellados.
Una ballena que pasaba por las profundadas del Pacifico, recibió la orden de acercarlo lo más posible a tierra firme. Sin que nadie notara su presencia, ni la vida del prófugo se encontrara en peligro. Dejándolo cerca de la orilla y con un chorro de agua saliendo por su orificio, la ballena consiguió achucharlo hasta depositarlo, casi en la misma tierra arenosa de la propia playa. Desapareciendo como por arte de magia, otra vez en las profundidades de mar adentro, antes que nadie se diera cuenta.
Se encontraba desmallado, sin conocimiento, empapado y con el uniforme de un soldado, contrario de donde apareció su cuerpo. En ese momento una joven ciega que paseaba por la orilla con su perro, noto que el animal ladraba mucho, como si se hubiera tropezado con algo, o alguien. Por supuesto, desconocido para su gran amigo llamado Fluf.
Acaricio al animal, para que se relajara. Andando muy despacio, casi arrastrando los pies y con las manos levantadas, fue acercándose hasta tocar con los pies el cuerpo de Absalón que se encontraba, inconsciente en el suelo. Se acacho, empezando a tocarlo y dándose cuenta, que las ropas que llevaba eran militares y que no era de un soldado de donde lo había encontrado. Que era del otro bando.
Presto atención, por si escuchaba algún ruido extraño. Notando que se encontraba sola, se quito el abrigo que era muy largo y poniéndoselo a él, tapando todo lo que podía su cuerpo y como pudo lo fue arrastrando hasta su cabaña que se encontraba cerca de la playa. Como era muy tarde y con el toque de queda cerca, andaba con ventaja de no encontrar a nadie por el camino.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales