CARTA AL MEDICO

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A veces me preguntan los psiquiatras sobre el tipo de epilepsia que tuve, lo que nunca he sabido que contestar. Lo que recuerdo es que tuve un ataque a los tres años, otro sobre los 11 y el último a los 12.

El que tuve a los tres años no recuerdo nada. El de los 11 es el que mejor recuerdo. Estaba viendo los dibujos animados de repente me quedo inconsciente, siento que me muevo o tiemblo en la cama y veo destellos de luces creo que eran azules, he preguntado esto a la inteligencia artificial y dice que en un ataque epiléptico se pueden producir alucinaciones. A continuación, cuando me despierto no me puedo mover, es bastante desagradable, porque estoy como tetrapléjico. Así estoy un periodo de tiempo, pero poco a poco voy recuperando el movimiento, así me pongo al borde de la cama e intento caminar, pero me caigo, así va pasando el tiempo y recupero algo las fuerzas, empiezo andar tambaleándome, me dirijo hacia la ferretería de mi madre que está a unos seiscientos metros de nuestra casa. Mi madre se asusta, pero no me llevó al médico, porque al día siguiente volví a estar normal.

Sobre el tercer ataque era de madrugada y lo que recuerdo es oír a la gente alterada y al despertar aparezco en un centro médico. En aquella época vivíamos en el sur de México y mis padres pidieron cita con un neurólogo del Distrito Federal, me hicieron pruebas y un electroencefalograma y me recetaron como medicamento uno llamado epamin.

En el verano fuimos de vacaciones a Galicia, creo recordar que era el año 1983, esta vez creo que me vio un pediatra, me hicieron distintas pruebas y un electro los cuales creo recordar salieron bastante mal y me cambiaron el medicamento al epanutin. Sobre el tratamiento al principio lo hacía bien y tomaba el fármaco, pero poco a poco fui dejándolo porque ya me sentía mejor y mis padres como trabajaban no estaban pendientes. Al cabo de 4 años volvimos a Galicia y esta vez el electro salió casi normal.

Añadir que después de los ataques tenía jaquecas muy fuertes, sangraba por la nariz frecuentemente y pocos meses después empecé usar gafas ya que me diagnosticaron miopía.

Por otro lado, antes de los ataques no es que me relacionara mucho, pero tenía algunos amigos que me invitaban a sus casas a jugar a los videojuegos. En las vacaciones de verano paseaba con ellos en bicicleta y jugábamos al fútbol. Pero después de la epilepsia me empezaban a poner motes en la escuela y empezaba a aislarme, mis amigos pasaron de ser de gente normal a amigos que también tenían problemas de relación social y en casa con mis padres estaba más irritable. Antes de la epilepsia era el portero del equipo del colegio, pero después ya era más torpe en los deportes, aunque tenía alguna etapa en las que jugaba mejor.

En la actualidad tengo un trastorno de personalidad llamado esquizoafectivo, aunque al principio los médicos me ponían esquizoide y una discapacidad del 47%.

Sobre mi rendimiento escolar no se vio alterado demasiado con la epilepsia, aunque en España me costaba más trabajo aprobar las asignaturas que en México. En la actualidad estoy matriculado en la UNED en la asignatura de Historia Medieval, pero tengo problemas de memoria sobre todo para memorizar los textos que leo, por lo que no me estoy presentando a los exámenes.

 

 


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