La predisposición a la apertura es esencial para establecer cualquier vínculo con una persona, ya sea de pareja, de amistad, de compañero de trabajo....
Si se carece de disponibilidad afectiva, la persona se cierra en banda y bloquea toda implicación emocional y suele haber un alejamiento para que no prospere el vínculo. Los silencios y las omisiones causan efectos negativos en toda interacción entre dos personas.
Es importante el diálogo sincero, el respeto y el apoyo. Esa disponibilidad deberá ir acompañada de una responsabilidad afectiva, teniendo en cuenta los deseos y necesidades del otro, basado en el respeto y en el cuidado. Esto último tiene mucho que ver con la empatia, es decir, la capacidad de comprender las emociones y sentimientos de los demás, teniendo en cuenta que la persona no es un objeto, sino un ser humano con una historia previa, unas vivencias, una forma de ser, unos sentimientos, unos problemas y unos traumas.
No olvides que la escucha y la palabra son imprescindibles en una relación.
No hay que olvidar esto jamás.. yo lo tengo presente cada día.
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