Bosque de pinos

Clara se levanto esa mañana con una energía desmesurada. Como había leído que no había nada mejor que empezar el día después de un largo paseo por el bosque, se puso unas mallas, una sudadera y sus desgastadas deportivas, miro su reloj analógico y pensó "tengo una hora por delante".

La niebla inundaba la ciudad, pero en diez minutos de carrera ligera, estaba adentraba en el bosque. Rodeada de altos pinos, sintió una inmensa paz... hasta que escucho un ruido extraño... quiso retroceder tras sus pies, pero la intensa niebla no la dejaba ver la salida. Empezó a sentir miedo, mirara hacia donde mirara, solo veía pinos altísimos y espesa niebla. Corría y corría, gotas de sudor inundaban todo  su cuerpo.. el ruido era cada vez más intenso y claro... de repente una voz....

¡Clara, apaga el despertador.. que vas a llegar tarde!