Mirando desde arriba (1-1)

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Solo se veían médicos corres, por un pasillo  de un gran  hospital, con una cunita de bebe en las manos. Solo se sentía la madre llorar, pidiendo ayuda para su criatura que acababa de dar vida. Mientras tanto, al otro lado de la vida, separada por una franja muy fina, se escuchaba el llanto de un bebe, la luz de un nuevo ser, que no desea vivir entre los humanos.

Se llamaba Adela, era una bebita muy linda. Tenía los ojos azules, con rasgos rajados, como los asiáticos. Piel muy rosada, gordita. Su madre lloraba, las enfermeras corrían, hasta llegar a la incubadora. Todo el mundo no comprendía que ocurría. Nunca habían tenido un caso tan fuera de lo normal.

Respiraba, hacia sus necesidades fisiológicas como cualquier ser nacido con un cuerpo de materia, nacido de un útero. Con el inconveniente de que nació dormida, aunque no en coma. Adela no quería despertad. Su intención era volver a la luz, a donde pertenecía.

Antes de nacer, estuvo observando al humano, viendo como vivían y las barbaridades que el ser le producía a Gaia (tierra). A ese ser lleno de amabilidad y acogedora forma de vida. Sentía mucho odio salir de cada cuerpo formado de materia orgánica de la humanidad. Es verdad que las fuerzas las veía equilibradas. Tanto sentía unos sentimientos puros como desastrosos y destructivos para la vida.

Lo que siempre le había llamado la atención era lo feliz que se veía el planeta, aunque quien lo habitaba le estuviera haciendo daño. Siempre tenía una flor en su corteza terrestre. Sus árboles florecían sin bajar la guardia. Parecía que Gaia le estuviera envolviendo a ese diminuto ser, con un mantón, aunque por debajo le pellizcara, sintiendo el dolor entre sus capas.

Adela no estaba dispuesta a entrar en la rueda del ciclo de la vida. Desde donde se encontraba, veía a la bebe dormida, con carita de ángel. A su futura mamá, desesperada dentro de un gran dolor, por no saber que iba a ocurrir y ¿entre todo?, la belleza de la naturaleza terrestre.

¿Dónde estaba Adela? era su hogar, se encontraba dentro de un espacio, donde no tenía nada que ver, ni parecerse a donde se iba a encarnar. Veía otros planetas, unos vehículos de luz, donde solo se activaban conforme se iba caminando por su interior. Se percibía que todo estaba más equilibrado, tanto en armonía, como en inteligencia. Ya fuera industrial, como emocional y no estaba dispuesta, a pasar penalidades en un planeta, todavía por evolucionar.

Mientras miraba a la tierra y veía un cuerpo diminuto, sin ninguna capacidad de poder ser independiente, donde dependía de otros para decidir y vivir, para formarse. Donde se encontraba privada de su identidad, como de su independencia, a expensas de que cualquier forma de vida, podía hacer con ella un montón de barbaridades, se asustaba y cada vez se reprimía en despertad de un sueño donde ella misma lo había producido, para proteger su vehículo y su esencia, para caminar sobre Gaia (tierra).   


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