El sueño de Marx

El mundo del futuro es el mundo que soñamos los comunistas. Un mundo donde la historia ha llegado a su fin, y donde la humanidad ha alcanzado su plenitud. Un mundo donde no hay guerras, ni hambre, ni miseria, ni enfermedad, ni ignorancia, ni alienación. Un mundo donde todos los seres humanos son hermanos, y donde todos los pueblos son libres. Un mundo donde el trabajo es una actividad creativa y colectiva, y donde el ocio es una fuente de cultura y de placer. Un mundo donde la naturaleza es respetada y cuidada, y donde la ciencia y la técnica son instrumentos de progreso y de felicidad. Un mundo donde la razón y la moral son las únicas leyes, y donde la religión y la metafísica son superadas por la filosofía y el arte. Un mundo donde el amor es el único vínculo, y donde la familia y el Estado son sustituidos por la comunidad y la asociación. Un mundo donde cada uno es dueño de sí mismo, y donde nadie es dueño de nada. Un mundo donde cada uno da según sus capacidades, y recibe según sus necesidades. Un mundo donde cada uno es fin y medio, y donde nadie es instrumento ni obstáculo. Un mundo donde cada uno es todo, y donde todo es de todos. El mundo del futuro es el mundo de la libertad, de la igualdad, y de la fraternidad. El mundo del futuro es el mundo del comunismo.     

                                                    Karl Marx