Un cuento echo Leyenda (1-2 Final)

Estos seres viendo un gran futuro en esa tierra. Notaron que era muy rica y fértil. Que podía cualquier vida, sobrevivir sola, sin necesidad de hambre. Ya que se notaba la riqueza que ofrecía, tanto en alimentos, como en otras variedades de esencias  en materia orgánica, minerales e incluso en oxígeno, tan importante para la supervivencia, de un cuerpo, formado de materia densa.

Incluso vieron una gran oportunidad de ofrecer a los seres que desearan aprender, enriquecerse en sabiduría, tanto en sentimientos como en aptitudes. Con el fin de crecer y poder convertirse en almas semejantes a su creador. Llegar a formarse en ciertos valores, donde solo podrían convertirse en seres perfectos, aprendiendo la polaridad. Sin olvidar el libre albedrio, dentro de un velo.Donde podían vivir libres, experimentar y ser dueños de su propia creación. Sin llegar a sentirse coaccionados o influidos  por ser conscientes de la realidad. Decidieron taparlos con un velo y dejarlo ser ellos mismo junto con la madre tierra creadores de su propia creación.  

Aprendiendo tanto lo positivo, como lo negativo. Decidiendo dejar dos semillas para que crecieran y se reprodujeran. Dejaron a dos vidas de diferente sexo para que empezaran a tener descendencia. Donde así empezar un gran proyecto de vida. A estos dos seres los llamaron, Adanes y a la creación, la  llamaron; Humanidad y la bautizaron con la misma energía que el planeta; Energía Crística.

Poco a poco la humanidad se fue complementando en la tierra. Con el tiempo Gaia adopto como madre al cuerpo que envolvía a esos seres, que adaptaron para poder sobrevivir en ese planeta. Los fue alimentando y los fue ayudando a evolucionar. Como una madre hace con sus hijos. Pero como en todas las familias, algunos salieron oscuros, algunos humanos fueron desagradecidos con Gaia, causándole un gran dolor. Incuso hiriéndola en sus propias extrañas. Causando destrozos en la superficie, incluso matanzas entre ellos mismos.

Gaia los perdono, recordó cuando ella empezó a evolucionar y crecer el daño que causo. Recordó que todo crecimiento va acompañado con grandes errores, quedándose en silencio y llorando en la más profunda soledad, para que nadie se sintiera oprimido y pudieran aprender como ella, con libre albedrio.

Mientras tanto se fue acercando el nuevo ciclo de rotación X que solía hacer cada miles de años. Esta vez decidió ser prudente y hacerlo lo más lento posible, para que ninguna clase de vida o por lo menos, se perdiera la mínima. Los mares vuelven a cambiar, la corteza terrestre, vuelven a moverse. Las capas del inframundo cambian y se rompen, haciendo salir a la superficie, nuevos continentes, nuevas islas y separándose la tierra entre sí.

En la superficie, el ser humano empieza a plantearse a empezar a creer que la verdad de la humanidad, no es como nos la fueron contando durante su estancia en la tierra, como ahora se le llama, como en estos momentos fue bautizada.  Más de uno, empiezan a hacerse preguntas. Buscando respuestas donde solo pueden encontrarlas en si interior. Muchos se  les empiezan a encender una luz y reconocer que no todo es lo que parece. Siguen las guerras, las maldades y la oscuridad, pero también hay que reconocer que muchos empiezan a despertad.

Mientras tanto, Gaia desde su más profundo interior, desde su núcleo del centro de la tierra, siente un gran Amor incondicional a los humanos, donde ella sigue creciendo, avanzado y al mismo tiempo, nos arrastra con ella, a un nuevo amanecer, a un nuevo día. Junto con sus dos grandes amigos. El sol y la luna, dándonos una gran oportunidad; seguir evolucionando como  personas, seguir perfeccionándonos como esencia de algo más grande y lo más importante de todo; demostrándonos que el Amor incondicional si existe, pues el mejor ejemplo nos lo está dando ella, quedándose a nuestro lado, aguantando todas las perrerías que se le hace, donde a cambio nos abraza y nos protege.