El regalo secreto

“El intimissimo” regalo secreto.

Me encanta y excita muchísimo despertar ese lujurioso deseo interior que llevamos dentro.

Dar rienda suelta a la imaginación y anticipar con tu mente lo que luego va a ser una realidad, es incluso más emocionante o tanto como hacerlo real.

¿Verdad que sí? Se que sí.

Se que piensas lo mismo, y tú mente también maquina cada detalle del morboso próximo encuentro. Te sientes viva y con ardiente deseo de gozar como una hembra sedienta de sexo.

Mojada, perversa, a la vez que sensual, erótica y con una lascivia incontrolada que saca lo más morbosa de ti.

Uffff! Como me gustaría un pequeño relato erótico tuyo cariño, dejando volar libre tu fémina imaginación contándome tus deseos más ocultos.

Hazlo por favor “intimísimamente” para mí.

Pídeme lo que quieras. ¡Me gusta tanto complacerte!

También me encanta que te dejes llevar por mí, y seas tan complaciente con los deseos que te propongo.

Cuando en mi anterior relato para ti, te propuse la posibilidad de que la próxima vez trajeras ese “intimísimo” regalito puesto en tu culito, y me dijiste que tenías ganas de que se cumplieran estas fantasías, me puse muy contento a la vez que muy muy caliente, es ahora el momento de escribirlo, y notar como mi pene se va poniendo erecto solo de pensar en ti y en ese gesto de bajar mi mano por tu espalda hasta palpar con mis dedos por debajo de tu faldita y por encima de tus braguitas, y notar como llevas la joyita anal puesta para mí. Me pone tan excitado tu mirada cómplice de secreta pasión y deseo, haciéndome exclusivamente participe de tus fantasías más ocultas.

Pienso en darte el regalito secreto en la siguiente cita y probar juntos con un poquito de lubricante del que tu usas, y poder ver cómo te queda puesto por debajo de tu morboso conjunto de lencería intimísima.

Y así dejar preparado el siguiente encuentro, y desde ahora ya, estar pensando y planeando cada detalle.

Dime que si mi amor la próxima vez que me escribas para satisfacer todas estas fantasías.

Dime solo que sí y entenderé que estas bien dispuesta a seguir adelante con este juego de placer entre los dos.

Ummm Eva, mi cómplice del deseo.

Iré a la tienda erótica, entraré y tímida y discretamente le diré a la dependienta que busco un regalito erótico para alguien muy especial. ¡Una joyita sexual!

 Recorreré todo este trayecto que nace desde mi mente pensando en ti y en nuestro encuentro, y terminará acariciando cada centímetro de tu suave y erógena piel, viéndote retorcer de placer, acompañando tus manos a las mías guiándolas en las íntimas caricias de tu coñito caliente y húmedo, recorriéndolo con mi lengua y mirándote lascivamente a los ojos mientras te dejas llevar por el deseo de tener un intenso orgasmo y correrte en mi boca.

Ummmm parece que lo estuviera sintiendo ahora mismo. Tus espasmos y el sabor de tu jugo vaginal en mis labios y lengua. Te abro bien tu más preciosa intimidad y succiono tu más profunda feminidad.

Ahhhh que rico está mi amor.

Solo me sale decirte...

“Te quiero... Te deseo”

Quiero que la próxima vez lo traigas puesto, ¿vale cariño?

Pero por ahora quiero disfrutar contigo de un cunnilingus largo, lento, lleno de amor y pasión, rebosante de gozo y deliciosos jugos tuyos.

Y quiero como no, satisfacer tu sed de leche caliente de macho ardiente de deseo. Que saques de mi depósito de placer hasta la última gota con tu boquita de hembra complaciente.

Deseo dejarte satisfecha, bien satisfecha.

Cumplir juntos nuestras más ocultas fantasías.

Uffff! Como deseo y espero el próximo encuentro.

A mi amiga; mi cómplice.

Eva. Mi madurita morbosa.