UNA SEMILLA, UNA VIDA, UNA CONCIENCIA (1-1)

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Era un día lluvioso. Un coche sale corriendo hacia el hospital maternal. Dentro va una pareja. El varón conduce, pasando los límites de velocidad. La hembra está dando a luz, mientras se acerca al recinto, donde se encuentra la zona de Urgencias. Estando cerca, el vehículo resbala chocando con una farola, donde el conductor pierde el conocimiento y la mujer siente como sus huesos, sus extrañas, su cuerpo se rompe en dos. Dando lugar al nacimiento de dos hermosos niños. Una bebita y un bebito, donde lo primero que ve la mama, es que nacen sujetándose las manos, al mismo momento que el niño rompe a llorar, notando que la nena cada vez lo agarraba más fuerte, sin llorar, ni dejar de mirarlo fijamente.

Desde  el hospital, que se encontraba a pocos metros del accidente, salió varias personas y dos ambulancias. Entre esas personas, salió un medico que enseguida, noto que la niña se comportaba diferente a todos. No parecía un bebe, ni un recién nacido. Su forma de consolar a su hermano gemelo y  a su madre, impacto en un joven médico, que se encontraba realizando unas plásticas, para tener en poco tiempo su licenciatura  académica.

Todo quedo en un gran susto. La madre al final de todo, el porrazo, ni le toco. Todo el impacto llego al conductor. Pero con unos días en el hospital, todo al final quedo en eso, un mal sueño, junto con una gran felicidad.

La mamá se llamaba Eloísa, el papá Juan. El bebe hembra Samira (que significa Amiga de la noche) y su gemelo Azrahel y significa(a quien Dios ayuda) aparte de ser el nombre del Ángel negro.

Habiendo pasado 3 años desde el nacimiento de los niños. El papá noto que algo no iba bien con Azrahel. Empezó a notar que lo encontraba pálido y como si no tuviera fuerzas, cada vez sentía que su hijo se cansaba más  de lo normal. Un día sin pensarlo, ni decirle nada a nadie, lo llevo al médico, donde empezaron a hacerle pruebas de toda la clase. Sin notar nada raro, pero a los 5 días el niño no despertó y su hermana gemela se encontraba sentada a su lado, acariciándole el pelo y hablándole. Tenía su manita sujetándole  la mano, como cuando nacieron los dos, en aquel accidente.

 Su madre se quedo escuchando desde la puerta, sin percibir lo que estaba ocurriendo, pensando que Azrahel tan solo dormía y Samira le estaba contando un cuento.  Cuando de repente escucho que le decía tocándole su pelo;

--¿ves la luz? Compañero y amigo vez hacia ella, no pienses en mí, volviéremos a comunicarnos, pero antes ves a tu destino. Le dio un beso en la frente, se levanto y con tan solo 3 añitos Samira salió de la habitación, alejándose de su mamá y su hermanito dejándolo sin respirar en la cama.

Al acercarse su madre y tocar a su hijo, noto que no se movía y por más que intentaba despertarlo, era imposible. Al mirarlo sintió una gran paz en las facciones del rostro, que desprendía. Empezó a llorar y Samira, que en ese momento salía del baño se acerco y le dijo a Eloísa;

--mamá no llores por mi hermano. El ya termino su vida, y donde ha ido es muy feliz, saliendo dando saltos y cantando de la habitación, jugando como un niño. Pues aunque a veces se comportara y hablara como adulta, realmente solo tenía 3 añitos.

Después de esto Samira se olvido de su hermano y de todo lo ocurrido, incluso sus padres creyeron que era lo mejor. Pues no les gustaba verla comportándose como alguien mucho mayor que a su edad.


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