EL INCONFORMMISTA 1

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Daniel Roca era un hombre de cincuenta años; obeso y redondo como un pan rústico; con barba y casi calvo,el cual vivía solo en una casa de planta baja en un pueblo del litoral bacelonés rodeado de gatos por los que sentía un cariño muy especial; y se ganaba la vida de administrativo en una reputada Universidad de la ciudad.

Sin embargo hubo una fatal noche no podía dormir a causa de que al que consideraba su mejor amigo de toda la vida de una manera muy despiadada y muy cruel se había apartado de él.

Aquel domingo por la mañana Daniel fue a desayunar a una granja del pueblo y allí se encontró casualmente con un vecino suyo con el que había hablado varias veces llamado José que era un sujeto algo mayor que el orondo administrativo, que había trabajado para una multinacional de productos químicos por lo que había viajado durante mucho tiempo por medio mundo.

- Chico. Haces mala cara. ¿Es que no has dormido bien? - se interesó José palmoteando amisosamente la espalda de Daniel al ver las ojeras que éste mostraba. Pues al hombre de mundo su vecino tanto por su fisico como por su pacífico carácter le hacía mucha gracia; asimismo lo veía algo infantil y desvalido por lo que acrentaba la simpatía que sentía hacia él.

- No, no he dormido nada bien. He sufrido un gran desengaño de un sujeto que creía que era mi mejor amigo y ha resultado ser un desagradecido y un egoísta - confesó Daniel -.La familia de este "amigo" era de origen muy humilde y mi padre que era funcionario de la RENFE, le consiguió un trabajo allí; y como él no es nada tonto y habia ganado unas Oposiciones fue ascediendo de categoría, Pero ahora que ya no necesita ningún apoyo de nadie me ha dado con la puerta en las narices.Nos ha utilizado de la manera más ruín que cabe imaginar

- Vaya. Lo siento - respondió el vecino josé.

- Sí. Este amigo y yo íbamos a las manifestaciones para reclamar la independencia  de Cataluña. Pero ahora todo se ha venido abajo.

-Verás. El hecho de que alguien sea de origen humilde, no significa que sea una buena persona.En todas las clases sociales hay buena y mala gente - le dijo José-.Es muy fácil que este amigo tuyo en la intimidad sintiera envidia de ti. De que tú hayas tenido una infancia feliz mientras que él no, y ahora se ha vengado de vosotros. Además, y esto lo debes tener muy presente, en este país se valora mucho al pícaro; al listillo que cree que sabe más que nadie.  Por ejemplo tú puedes ser un hombre.muy honesto, y muy sabio, pero si no eres un pícaro y un fanfarrón no se te hará mucho caso. Esto nos viene de la picaresca del siglo XVI, pero ahora puesto al día. No hay que fijase más que en muchos politicos. Precisamente si se valora tanto una buena amistad, es porque ésta es escasa, ya que abunda el egoísmo interesado. ¡Desconfía de quien te adula porque quién lo hace busca algo de ti y cuando obena lo que quiere te pisará como a una hoja caida del árbol.

-Ya, ya...¿Así que no te interesa la política? - preguntó Daniel  un tanto decepcionado.

- En absoluto. Yo soy un inconformista; un hombre utópico -respondió sonriendo José-. Si de mi dependiera eliminaría todas las ideologías, que no hacen más que enredar a la sociedad, y confiaría la  gestión de los fondos públicos a unos gestores eficientes sin dogmas sectarios de ninguna clase, y que estuvieran al amparo de una Constitución muy bien definida. Y quien tratara de saltarse las reglas del juego, pues lo condenaría  a la cárcel por veinte años sin ninguna concesión. Pues hay que saber que las ideologías vienen de muchos años atrás y están totalmente desfasadas. Lo sé, porque he estado en un partido político y lo he visto. Aunque ahora haya la Inteligencia Aritificial y la tecnología, esencialmente vivimos con una mentlidad  anticuada. Y creeme que no soy el único que piensa asi. Hay muchas personas que se declaran unos utópicos anarquistas porque no desean saber nada de este sistema.

Daniel al escuchar las razones de su vecino se escandalizó en grado sumo. Él que era un amante de las películas de Ciencia  Ficción como la GUERRA DE LAS GALAXIAS, en la que un grupo de valientes rebeldes se enfrentaba a un poder tiránico y centralizador de otro planeta, y que a su jucio la trama  tenia  una semejanza con una política de "opresión" española hacia su querida región, creyó que su vecino era un reaccionario de pies a cabeza.

- ¡Que disparate me dices! O sea que tú quieres que venga un dictador militar y ponga mano dura.

José se rió de la pueril actitud del orondo Daniel.

- No, hombre no.Mi lema es vivir y dejar vivir. Uno puede hacer la vida que quiera, pero siempre dentro de la legalidad - le dijo ést .Pero sí. Soy un utópico. Sabrás que la idea de la Utopía la propuso Platón en su libro LA REPÚBLLICA, que consistía en crear una ciudad-estado en la que cada cual estaria sujeto de un modo rígido a unas obligaciones y deberes, a la vez que estaría gobernada por filosofos. Y posteriormente en el Renacimiento el pensador Tomas Moro también abrazó la idea de la UTOPÍA al desear crear un país con una sociedad idílica. Pero yo me conformo con otro  orden social sin ideologías de por medio.. 

- Entiendo. Tú no  eres un romántico. No eres un idealista.

- Soy un romántico a mi manera. Es decir no creo en la idealización de las cosas que están fuera de la realidad y que llevan el desastre, al desengaño.

- Dime. ¿Te has enamorado alguna vez? - inquirió Daniel.

- Alguna que otra vez - repuso José-.Yo  creo en un amor por afinidad de pareceres y hay estudios científicos que lo demuestran. Este amor romántico de la pareja que sale en la película TITATINC, es una bobada, una falsedad. Imagínate que el galán que es un vividor que va a salto de mata, y gana un dinero jugando a las cartas, pero que no tiene ni oficio ni beneficio, no se muere en el oceáno helado y se casa con la chica que es una señorita de la clase alta. Pero como digo él no tiene ninguna estabiliad, cuando en realidad las mujeres lo que quieren precisamenre es una seguridad económica de acuerdo con su biología en aras de los hijos que puedan tener. Por tanto  este hipotético matrimonio no duraría ni un mes. ¡Piensa hijo mío, piensa...! jajaja - volvió a reir José.

                                                                  CONTINUARÁ

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