Tu voluntad es la mía y Mi voluntad es la tuya (1-4 final)

Su cuerpo empezó a temblar, sus manos les sudaba. Aunque se encontraba, no sabía dónde,  ni tenía una mínima idea de aquel lugar, ni lo que era. Lo único que si sabía a ciencia cierta era, que su cuerpo se encontraba en ese preciso momento en la mesa de operaciones, aunque se encontraba perdido, solo y sin rumbo. Solo tenía un impulso, abrir aquella puerta y pasarla. ¿Por qué? No tenía idea, solo sabía que todo lo que necesitaba saber para seguir adelante, se encontraba tras la puerta.

Levanto las manos, empujo y entro. Una vez adentro, visualizo  una sala llena de camas de niños y cunas de bebe. Miro y vio una placa que decía;

--Hábitat de almas jóvenes, en proceso de adaptación.

Julián vio en medio de la sala una cama pequeña que le llamo su atención. Se acerco dándose cuenta enseguida que era Antonio, su hijo. Se encontraba igual que antes del accidenté. Dormido, con la misma sonrisa que le noto unos minutos antes del suceso de aquel día lluvioso. Sus ojos rompieron a llorar como un niño, cuando le quitan algo muy deseado. Noto que todas las camas y cunas iban desapareciendo, al mismo momento que alguien se le acercaba por detrás y una gran luz se iba iluminando la habitación.

Su cuerpo notaba un calor enorme, vibrando a una velocidad sin precedentes. Sintió un amor incondicional, un consuelo de alguien que lloraba con él, en ese preciso instante. De pronto sintió miedo terrorífico en su alma y cogió a Antonio entre sus brazos, diciendo;

--Es mío, es mío, no me lo quites, es lo único que me queda del amor de mi vida. Mientras lloraba, escucho que le decían;

-- Julián, nada es de nadie y todo es de todos. Todo está, donde debe estar y nada pasa por azar. Uno viene cuando le toca, vive lo que tiene que vivir, aprende lo que necesita y se marcha cuando ya esta vida no le es necesaria para su aprendizaje.

--Es mi culpa, yo me dormí, perdiéndolo todo en segundos.

El ser lo abrazo, haciendo que Julián observara todo desde el principio, desde que fue a reencarnarse en el cuerpo de ese ser. Vio su vida pasar como una película de un cine, mientras abrazaba a su hijo sin soltarlo, por miedo a que desapareciera. Mientras observaba todo, supo enseguida que todo tenía que ser así. Mientras vivía su propia vida desde fuera, sintió que su alma había evolucionado satisfactoriamente dentro de ese ser. Vio con un gran amor a su hijo antes de nacer, donde decidió venir a regalarle un gran sueño sin cumplir. Sintió que solo por amor, se reencarno, sabiendo antes de nacer, que su estancia sería muy corta. Sintió que esa alma, reencarnada como Antonio, quiso darle un regalo y de decisión propia. Julián empezó a dejar de sentirse culpable. Ahora se sentía agradecido a esa alma por haberles dado, tal maravilloso regalo. En ese momento Julián beso a su hijo y lo deposito en su cama. Se volvió y le dijo a esa luz;

--¿qué hago ahora, vuelvo a mi cuerpo o me voy contigo?

--Julián tú decides, tu eres dueño de ti. Tu voluntad es la mía. Todo lo que desees hacer, yo lo aceptare, porque yo lo estaré haciendo contigo.

En ese momento escucho una voz que decía;

--papá no me dejes, te necesito. Vuelve conmigo, me siento solo y perdido. Era su hijo Oscar quien lo llamaba. Cuando de pronto se despertó en una cama de hospital. Su hijo al verlo salió corriendo y Julián pensó que se había asustado y se fue de su lado. Cuando escucho dar voces y decir;

--Venir todos, venir, mi padre ha vuelto vivo, mi padre es lo más grande y fuerte. Mi padre me quiere.

Julián lloraba, lloraba. Sabía que le esperaban días duros, pero tenía algo muy valioso en su corazón y en su mente. Era el haber decido venir al mundo su hijo Antonio como regalo, aunque supiera que moriría joven. Ese regalo, lo guardaría siempre en su corazón como una joya muy valiosa. Y nunca  olvidaria, un sacrificio tan hermoso solo hecho para él.

                                     FIN