Barcelona, 11 de marzo de 1966
En un acto sin precedentes, más de 500 estudiantes, profesores e intelectuales se congregaron en el convento de los capuchinos de Sarriá para asistir a la asamblea del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB). La reunión, que se extendió del 9 al 11 de marzo, fue un desafío directo a la autoridad franquista y marcó un hito en la lucha antifranquista en Cataluña1.
La asamblea tenía como objetivo principal la aprobación de los estatutos fundacionales del SDEUB, una organización clandestina antifranquista. Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas como Salvador Espriu, Pere Quart y Jordi Rubió, así como dos sacerdotes, tres observadores extranjeros y siete periodistas, incluido el corresponsal neerlandés Robert Stephen Bosschart1.
La Brigada Político-Social, la policía política del régimen, estaba al tanto del evento pero desconocía su ubicación exacta hasta el último momento. Un informe policial fechado el 28 de febrero había predicho la fecha de la asamblea, pero no su lugar. La elección del convento de Sarriá como sede fue una maniobra estratégica, ya que los miembros de la comunidad capuchina habían decidido apoyar a la oposición al régimen1.
El acto comenzó con una hora de retraso, lo que permitió que se llevara a cabo antes de que las fuerzas de seguridad, dirigidas por el comisario Juan Creix, intervinieran. A las seis de la tarde, la policía penetró en el convento, ordenando la evacuación de los presentes, mientras la Policía Armada rodeaba el edificio con un impresionante despliegue de seguridad que incluía vehículos y caballos1.
Durante el encierro, la policía cortó las líneas telefónicas e impidió el acceso al recinto a todos, excepto a los religiosos, a quienes se les permitía entrar tras un minucioso registro. Los estudiantes y profesores, decididos a no abandonar el lugar sin garantías de seguridad, organizaron cursos, actividades y conferencias, aprovechando la presencia de tantos intelectuales1.
Este evento, conocido como la Capuchinada, no solo fue un acto de protesta estudiantil, sino que también catalizó un movimiento unitario de solidaridad política y ciudadana. Fue el germen de la plataforma catalana de oposición La Taula Rodona, antecedente de la Asamblea de Cataluña, y fortaleció la incorporación a la lucha antifranquista de sectores eclesiásticos, culminando en una inédita manifestación de sacerdotes en Barcelona el 11 de mayo de ese año1.
La Capuchinada se convirtió en uno de los momentos clave de la resistencia contra el franquismo, un testimonio de la determinación y el coraje de aquellos que anhelaban la libertad y la democracia en España.
1: Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre - La Capuchinada.
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